Seminario Episcopal de la calle Tejería, 1936

En 1936 el límite sur de la ciudad estaba marcado por la zona de la antigua muralla de Tejería. El muro de este sector había sido derribado algunos años antes, en 1918, dejando una amplia zona abierta en la que con el tiempo se abriría la calle de Juan de Labrit. La foto muestra el momento en el que un grupo de seminaristas sale del Seminario y sube por la cuesta hacia la calle Cortes de Navarra. Se ve el adusto caserón donde se ubicaba el Seminario, y en primer plano una fila de arbolitos recién plantados, que delimitan la nueva calle.

Es probable que algunos de los seminaristas retratados estuvieran comentando los pormenores del glorioso Alzamiento Nacional de aquel año, e incluso que más de uno manifestara su deseo de alcanzar el martirio en el frente, como ocurrió con Pedro Martínez Chasco, párroco de Urbiola, que marchó voluntario a los 28 años y murió en Teruel, siendo enterrado con honores en la cripta del Monumento a los Caídos de Pamplona, donde aún permanece.

Hoy en día los arbolitos recién plantados en 1936 son soberbios ejemplares de acer pseudoplatanus, que proyectan su sombra y ocultan los edificios de la calle, entre los cuales se conservan algunos inmuebles de los de la fotografía antigua. No es el caso del Seminario Episcopal, derribado en 1945 y sustituido por las viviendas de la imagen. Si algo enseña la historia es que, muchas veces, las cosas no son lo que nos han contado. Así, por ejemplo, hoy sabemos que Pedro Martínez Chasco, el cura “voluntario” enterrado con honores en la cripta de los Caídos, fue en realidad sorprendido escondiendo a un militante nacionalista en su casa cural, porque alguien oyó que sonaba la radio mientras el cura daba misa. Según testimonios familiares, al nacionalista lo mataron a patadas cerca de Villatuerta. En cuanto al cura, lo obligaron a ir voluntario, y murió en un avance requeté, a los pocos días de llegar al frente. Y no faltan testimonios que dicen que el tiro lo tenía en la espalda...