Protesalpic: un invento ‘made in Olite’

OLITE. La necesidad agudiza el ingenio. Prueba de ello es Protesalpic (protege salpicaduras), un producto que pretende revolucionar el mundo de la limpieza. Se trata de una especie de persiana (funciona con un sistema estor) que se coloca debajo de la campana extractora, de tal forma que permite al usuario proteger la pared de la suciedad y las salpicaduras con un papel resistente a las altas temperaturas.

Su creadora es Agustina Rodríguez Orduña, natural de Olite, a quien el Consistorio reconoció durante las pasadas fiestas de septiembre otorgándole el Pañuelo a la Mujer por representar los valores propios de una mujer luchadora y emprendedora, descripción que cumple a rajatabla. Antes de explicar los pormenores del invento, Rodríguez agradece con humildad una distinción que, bajo su punto de vista, “todas las mujeres merecemos”.

Entrando en materia, indica que Protesalpic surgió por una necesidad propia. En este sentido, comenta que “cada uno tiene sus manías y a mí me daba rabia tener que limpiar, después de cocinar, el frente de la cocina. Así que empecé a colocar papeles para ahorrarme un trabajo. Luego coloqué el papel en un rodillo para facilitar la tarea. La sorpresa fue cuando me encontré con que no era cosa mía, sino que había más gente que lo hacía. Por eso decidí patentarlo”. De eso hace ya más de un año. Y es que el proceso de creación ha tomado más tiempo del previsto. “De tener la idea, que ideas tenemos todos los días, a llevarla al mundo de la industria para crear algo de la nada es muy difícil”, reconoce. “Si eres un ingeniero de una cadena importante la dificultad, evidentemente, es menor porque tienes el potencial económico y los recursos necesarios, pero si eres alguien de la calle, es complicado”, analiza. “Es un proceso largo y complejo. Cuando ves las cosas fabricadas no te haces a la idea del trabajo que hay detrás del producto”, prosigue.

En su caso, Rodríguez tuvo que elegir los materiales a utilizar. “Las pruebas las hice en el laboratorio de la cocina de nuestra casa”, recuerda sonriente. Finalmente optó por realizar el perfil en aluminio (está en blanco, negro y plata), realizar la sujeción con imanes (para evitar agujerear los azulejos) y un papel negro (el rollo es recargable) para absorber la suciedad. “El papel tiene un gramaje muy bueno, lo que evita que se levanten las puntas con el aire de la campana extractora. Al ser negro, la porquería no se ve tanto y dura más. En cada rollo vienen cinco papeles, que pueden durar un año, aproximadamente. Eso depende del usuario. Además en el papel se puede escribir desde la cesta de la compra hasta frases motivadoras o colocar dibujos de los hijos”, resume.

página web Protesalpic se puede adquirir a través de la página web www.protesalpic.com, puesta marcha en julio y que incluye datos técnicos, las instrucciones de uso (once pasos a través de los cuales se detalla el montaje completo) y un vídeo promocional. Cabe destacar que la web está cofinanciada al 50% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional a través del Programa Operativo FEDER 2007-2013 de Navarra.

Su precio es de 39,95 euros (más gastos de envío), mientras que los recambios cuestan 7,95 euros. “La gente que lo tiene está muy contenta y suele repetir porque una vez que se acostumbran a no limpiar el frente no quieren volver a hacerlo. Ahora me falta publicitar más el producto, porque si la gente no lo conoce, difícilmente lo va a comprar”, reconoce.

No obstante asegura que no le mueve el afán mercantilista. “Es más la ilusión de que algo tuyo funcione”, indica al respecto. “Es como si llevas unas zapatillas cómodas y quieres que la gente que te rodea las pruebe. En definitiva quiero evitar un trabajo innecesario y poco gratificante a la gente, para que ahorren tiempo y lo dediquen a otras cosas”, insiste.

taller de cantería Preguntada por si le quedan inventos por patentar, comenta que ideas siempre hay, pero que “viendo lo que cuesta todo” no le quedan ganas. Habrá que ver si con el tiempo se anima con otro proyecto, hecho que no sorprendería a su familia, quien acostumbra a decirle: “Siempre estás pensando. Nunca te para la cabeza”, desvela Rodríguez.

Mientras tanto seguirá trabajando como desde hace 15 años con su marido, Valeriano Jaurrieta Abaurre, en el único taller de cantería que sobrevive en la Zona Media. Un trabajo “muy duro”, reconoce, pero gratificante, dado que sus piezas se exhiben a lo largo y ancho de la geografía navarra.

En concreto desde el taller que regentan han participado en la restauración del Palacio Real de Olite, de la iglesia de San Saturnino de Artajona, de Santa María la Real de Sangüesa y en la rehabilitación de la portada del albergue nuevo de Roncesvalles, la Escuela de Idiomas de Pamplona, una fuente situada en el patio del Palacio de Guenduláin o la fuente de la Virgen de Roncesvalles. Eso sin contar los múltiples puentes, arcos de piedra, esculturas, escudos o pavimentos realizados a lo largo de los años.