Roncal se vistió este sábado de fiesta para celebrar la séptima edición de su singular jornada del sabor y de la tradición, el Día del Queso Roncal. En esta ocasión, la organización no tuvo duda de a quién dirigir su reconocimiento anual. Miró a la empresa Enaquesa, que este año cumple medio siglo de vida y agradeció su producción vinculada al territorio, su calidad, compromiso y trayectoria. Por eso, su actual gerente , Ernesto García de Cortázar y el anterior, Javier Urrutia fueron los encargados de hacer el corte de honor del queso con el que se inauguró la jornada.

Un día para ensalzar el producto estrella del valle, “la gran fiesta del sabor, de la tradición y de orgullo compartido” como recalcaron en castellano y euskera los jóvenes Igor Garjón Sanz Y Peio Ardaiz Galé, que formaron el comité de bienvenida, con el Ayuntamiento Entre las personas invitadas, el consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José Maria Aierdi, puso de relieve “la importancia del sector primario, que sumado a la industria agroalimentaria supone el primer subsector en la industria por creación de empleo y el 5% del PIB de Navarra”, apuntó, al tiempo que recalcaba el relevo en el sector y la vida que representa Enaquesa para el valle de Roncal.

Entrega y esfuerzo

García de Cortázar, con veinte años de experiencia en el sector y dos al frente de Enaquesa, dedicó el homenaje” a los trabajadores y trabajadoras que han dado vida a la empresa con su esfuerzo. Enaquesa no sería nada sin los trabajadores del valle”, declaró. Hoy son 25 las personas empleadas ( del valle, menos 3 del cercano Salvatierra de Esca), número que les impide llevar el sello artesano. Elaboran 7 tipos distintos de quesos, todos con leche de oveja latxa y no latxa de Navarra Km0, de 73 ganaderos, detallaba. “El valle y Enaquesa se retroalimentan. Vida que genera empleo, mantiene viva la economía y forma parte del valle y de su identidad”,decía.

Lo compartían Ana Boj Marco y Jesús Mari de Miguel Burdaspal, dos de los primeros empleados que hoy disfrutan de una feliz jubilación tras dar 40 años de vida a la empresa. “Los primeros años fueron duros;, pero fue una oportunidad buenísima” admitían. Recordaron a sus compañeros que ya no están y expresaron orgullo de haber formado parte del motor que ha representado la empresa en el mercado del queso y de la memoria del valle.

Día grande: con el emocionante Baile de la Bandera del joven Julen Garjón, la infalible y animada fanfarre Arroitu Indarra, la elaboración en directo del “tesoro que tenemos que cuidar y transmitir” manifestaba la joven Itziar Artuch Boj, junto a su padre, Ricardo; el reparto de migas queso y vino del voluntariado y el mercado artesanal con degustación y venta de queso. De Roncal al mundo entero. Arraigo e innovación para seguir en el el tiempo.