ansoáin - Dice que es hiperactiva y parece que no miente. La cantidad de proyectos en los que anda metida y lo difícil que le resulta tener el culo pegado a la silla mientras habla lo demuestran.

La artista y pedagoga Itxaso Razquin se ha hecho con un pequeño rincón de Ansoáin. Una coqueta bajera que, con ayuda de su hiperactividad, ha ido adecentando poco a poco: el suelo, tapizar las sillas, arreglar los muebles, pintar, poner las luces... Todo. El resultado es El cuervo blanco, un laboratorio, taller o factoría de artes plásticas para niños y mayores abierto desde el pasado mes de septiembre. “Con un proyecto madurado tras años de investigación y práctica pedagógica, decido crear un lugar donde poder transmitir mis saberes, basados en una pedagogía más libre. El cuervo blanco es un espacio educativo independiente, el resultado de mi trayectoria como artista plástica y educadora. Se convierte en un laboratorio donde desarrollo mis proyectos personales, me expreso libremente y transmito mis conocimientos a los demás”, explica.

Allí, con el cuervo blanco como símbolo de cambio y de conocimiento, imparte talleres trimestrales (10 sesiones cada uno) de arte menudo, arte mediano y arte maduro. Para todos los públicos. “Me encanta hacer esto, lo vivo con mucha ilusión y me siento muy a gusto al trabajar con niños y con adultos”, declara Razquin. Se le nota el entusiasmo. “Los alumnos tienen tiempo para observar, experimentar y reflexionar. Para aprender, imaginar y crear. El sistema de trabajo propicia la aceptación de los alumnos a enfrentar retos, a involucrarse en procesos largos, a lograr creaciones estéticas y a desarrollar sus capacidades creativas”, dice.

constante aprendizaje Cuenta Razquin que para impartir sus talleres tiene “el respaldo de un recurso muy especial: un programa educativo abierto elaborado tras años de exploración y de impartir talleres. Reciclarse y mantenerse actualizado es fundamental, especialmente en el mundo educativo. Hoy resulta casi imprescindible la formación continua para adaptarse a las nuevas demandas y con el fin de garantizar un resultado de calidad. La formación continua es la base de la investigación y la innovación en educación, y como dice Antoni Giner, no se puede separar de la investigación acción”, desgrana. “Esto me permite estar al día y me da las herramientas para dar una mejor respuesta a los gustos, aficiones inquietudes del alumnado”, argumenta.

Sus alumnos se pringan, se disfrazan de chefs o inventores locos, juegan y crean con distintos materiales. “Cada alumno tiene la oportunidad de descubrir una gran variedad de prácticas y, sobre todo, elegir por cuál siente preferencia. Hay un amplio abanico de actividades con las que los niños disfrutan a través del juego y del arte, y los adultos salen de su rutina y se sorprenden explorando distintas posibilidades a través de un proceso personal. El cuervo blanco es dinámico y esconde numerosas sorpresas”, declara.

‘biciarte’ en la morea Razquin explora con sus alumnos y en solitario. En diciembre expondrá en el polvorín de la Ciudadela su nueva propuesta. Y ahora puede verse en la Morea su exposición Biciarte (como muestra la fotografía bajo estas líneas) con una colección de 39 obras figurativas de bicicletas con sencillas recopilaciones de encuadres, distintos ángulos y diferentes planos como recursos compositivos.

En una “técnica mixta minuciosa, que le da al lienzo su peculiar atmósfera lumínica”, Itxaso estructura un conjunto de reglas y sistemas personales para pintar, creando su propio universo de bicicletas. Estas imágenes son elegidas por su carga simbólica, percibiéndose una búsqueda cuidadosa de modelos, en la que cada una de ellas se convierte en una alegoría del proceso creativo, herramienta activadora que para Itxaso es adictiva: “Al pedalear suelen surgir las ideas más insólitas, soluciones a los problemas más intermitentes y las propuestas más descabelladas”, dice.

Explica que con esta muestra ha querido representar el estado en que se encuentra actualmente, lo que fue y lo que será. El recuerdo de este pedaleo en su trayectoria profesional. Porque la bicicleta le recuerda que es una persona muy activa. Hiperactiva. “Si me fijo en una meta no ceso de pedalear y soy constante y luchadora. En esta ocasión he decidido, ¿por qué no representar cómo me siento, con algo que para mí es vital? Creo que muchos tienen un largo recorrido y a mí me queda mucho camino, pero seguiré pedaleando e intentándolo”, termina.