pamplona - El Ayuntamiento de Pamplona mantiene dos frentes abiertos tras la apertura de la estación de autobuses en 2007. Por un lado, la adjudicataria de la estación le reclama más dinero por la pérdida de viajeros y por otra parte la empresa constructora no se hace cargo de los desperfectos producidos y ha demandado al Consistorio a los tribunales. El Consistorio se personará ahora en el recurso contencioso administrativo interpuesto por la UTE Estación de Autobuses de Pamplona contra el acuerdo municipal adoptado el pasado mes de febrero que rechazaba la reclamación empresarial para restablecer el equilibrio económico-financiero de la anualidad 2015 del contrato de concesión de obra pública y posterior explotación de la estación. El letrado designado por el Consistorio es Javier García Martínez. La empresa alega que obutuvo en 2015 unas pérdidas por valor de 198.125 € y la caída de más de 400.000 viajeros, con la consiguiente rebaja del número de autobuses que hacen uso de la estación, cifras por lo tanto alejadas según la empresa de las previstas en el contrato en el que se contemplaban 2,6 millones de viajeros anuales. El Ayuntamiento por su parte entiende que no se han producido condiciones sobrevenidas e imprevisibles y que las cifras del contrato fueron estimaciones.