artajona - La lluvia no impidió que decenas de vecinos se congregasen ayer en las inmediaciones de la iglesia de San Saturnino de Artajona (situada en El Cerco) para presenciar la instalación de la nueva campana María. La maniobra, que causó gran expectación por su envergadura, tuvo que realizarse con una grúa de 33 toneladas y 44 metros de altura. Recordar que la campana que ha sido sustituida se retiró el pasado mes de junio tras haberse detectado en febrero de este mismo año una grieta de 20 centímetros que impedía su uso. “Fue una pena, pero estamos satisfechos con el resultado”, subrayó al respecto Benito Linzoáin, presidente de la Asociación de Bandeadores de Artajona, de la que forman parte 80 personas (26 de ellas en activo) con edades comprendidas entre los 30 y los 80 años.

En este sentido cabe destacar que la nueva campana, elaborada por la empresa Campanas Hermanos Portilla (de Cantabria), es de bronce y pesa 1.108 kilos, ocho más que la anterior. “No sonará exactamente igual que la otra, pero la gente se acabará acostumbrando”, admitió Linzoáin. Cuenta, asimismo, con varias inscripciones. Por un lado, consta el año de la fundición (el verano de 2017) y, por el otro, se han añadido varios nombres, tales como el de un vecino de la localidad, que prefiere permanecer en el anonimato, que ha aportado una suma importante de dinero para su construcción, y el del párroco (Fermín Macías). También se hace una mención especial al pueblo de Artajona y a la Asociación de Bandeadores. Se ha conservado, además, una inscripción original que reza: A Dios alabo, a los vivos llamo, a los difuntos lloro y las fiestas decoro.

36.000 euros “Aprovechando el cambio, se ha reparado el yugo, se han hecho herrajes nuevos y se ha sustituido la madera por otra que soporta mejor la humedad”, enumeró el presidente. La obra completa asciende a 36.000 euros, cuantía que se ha obtenido a través de ayudas vecinales.

Una vez instalada (trabajo que finalizará hoy), la asociación espera poder bandearla por primera vez este domingo. En Artajona este proceso se caracteriza por realizarse al revés, de forma inversa al resto de municipios. “En estos meses la gente las ha echado en falta y se ha preocupado por cómo iban los trabajos”, indicó Linzoáin. Y es que, al no poder bandear la campana María, que se sitúa a la izquierda del campanario mirando desde la calle y que es la encargada de llevar el son, la asociación optó por no tocar el resto, circunstancia que se ha prologado más de medio año. “Temíamos que ocurriese como en los años 70, cuando por un problema en el contrapeso de la otra campana de gran tamaño, la Saturnina, tuvieron que dejar de bandearse más de una década. Afortunadamente no ha sido así”, señaló Linzoáin.

Con la campana original, de 1.100 kilogramos y cuya última refundición data de 1896, la idea es hacer un monumento a los bandeadores. Mientras tanto, permanecerá custodiada en dependencias municipales.

Polémica por la propiedad

De la Iglesia o del pueblo. Todo este proceso, iniciado en junio y que concluyó ayer, no ha estado exento de polémica. Y es que la Iglesia exigía que la campana pasara a ser de su propiedad antes de que fuera colocada, mientras que desde la Asociación de Bandeadores de Artajona defendían que se trataba de una pertenencia del pueblo, al ser los vecinos quienes han sufragado la construcción de la nueva campana María, que ha costado 36.000 euros. El rifirrafe entre unos y otros se saldó con un ultimátum por parte de la Iglesia y con la posterior cesión, en contra de la voluntad de la inmensa mayoría de la asociación (que al ser sin ánimo de lucro no ha podido ponerla a su nombre), de la campana en cuestión. Su bendición tuvo lugar el domingo pasado, fecha en la que permaneció expuesta en la plaza para poder ser contemplada.