beriáin celebra el próximo fin de semana 25 años de andadura como entidad propia. Un cuarto de siglo desde que el Concejo se hizo Ayuntamiento segregándose de la Cendea de Galar. Pero para entender el presente de una población que a veces parecen dos (tiene dos fiestas y dos núcleos diferenciados) hay que echar la vista atrás unos cuantos años más.

En concreto hasta 1960, fecha de la revolución. La llegada de la empresa pública Potasas de Navarra convirtió a un pequeño pueblo de 254 habitantes y hábitat rural, con el campo y la ganadería como principal sustento en consonancia con los otros ocho concejos de la Cendea (además de Barbatain), en un núcleo diferenciado. En 1970 Beriáin ya tenía 2.700 habitantes, un 67% del total de la Cendea de Galar.

El impacto de Potasas de Navarra fue brutal y no se hizo esperar. Construyó una urbanización con 553 viviendas (también levantó casas en el casco antiguo), y al albur de un jornal llegaron a Beriáin gentes de todas partes. Ya en 1968 residían en la nueva urbanización 427 familias procedentes de 47 provincias distintas de España, y algunas del extranjero. En total, 1.409 nuevos vecinos de fuera de Navarra, además de 551 trabajadores que aterrizaron de distintos puntos de la Comunidad Foral.

Este hecho provocó a posteriori su constitución como entidad propia. Ya no se parecía al resto de concejos y no tenía sentido seguir bajo la tutela de una entidad superior. Así quedó reflejado en el informe que emitió el concejo con las motivaciones para su segregación de la Cendea de Galar, que finalmente se produjo en septiembre de 1992. “Queda demostrado en este pequeño esbozo de la realidad de Beriáin y de la Cendea de Galar, que aquél constituye un núcleo urbano completamente diferenciado de aquella, y con la consecución de este expediente de Segregación se va a dar cumplimiento exactamente a la finalidad de ‘adaptar los términos municipales a las realidades físicas, demográficas, urbanísticas y culturales’ enumerada en la ley foral”.

El texto explicaba además que, “así como los pueblos de la Cendea tienen un uso primordialmente agrícola y pecuario (al menos la gente mayor), Beriáin es eminentemente industrial. Salvo en contados casos en el Casco Viejo, que continúan dedicándose a la agricultura, la totalidad de la población se dedica a la industria y servicios. Téngase en cuenta que, de los habitantes de la urbanización, nadie posee terrenos en Beriáin para dedicarse a la agricultura”.

orgullo minero El pasado ya fue, y Beriáin mira ahora al futuro sin renunciar a sus orígenes. “Somos un pueblo minero, eso es una virtud y vamos a decirlo con orgullo”, explica el alcalde José Manuel Menéndez (Adelante Beriáin). Con esa intención han cambiado de lugar la escultura homenaje a los trabajadores del gremio, que ahora luce como carta de presentación en la rotonda de entrada al pueblo.

La voluntad del equipo de Gobierno para estos fastos del 25º aniversario es hacer piña, fomentar un sentimiento de pertenencia común y exportar sus virtudes de cara al exterior “como un pueblo agradable donde poder vivir”. Por delante quedan muchos retos. A corto plazo, detalla Menéndez, “modernizar las instituciones y servicios públicos. Buscamos la calidad de vida de nuestros vecinos, la mejor atención”. Un empujón más para mejorar el colegio, un estudio de viabilidad para saber hasta dónde se puede llegar en unas piscinas que piden una inversión superior al millón de euros, o cambiar a LED el alumbrado del pueblo figuran entre los retos a medio plazo.

Década de los 80. Beriáin aportaba entre el 68% y el 73% de la población de la Cendea de Galar. Entre 1985 y 1987 se produce un receso general en la población de la Cendea por el cierre de la empresa Potasas de Navarra.

Procedencia. Los 1.409 habitantes que residían en 1968 en la urbanización creada por P.D.N. llegaron de Andalucía (410), Castilla la Mancha (339), Asturias (265), Extremadura (91), Castilla y León (79), Aragón (55), Levante (39), Catalunya (37), CAV (37), Galicia (23), Islas (5) y extranjero (29).

12.500

Euros

Destinará el Ayuntamiento como soporte para el 25º aniversario. Unos 10.000 para luces, proyectores o altavoces, y el resto para necesidades técnicas (escenario, lonas, andamios o material humano).