En 1932 la calle Curia era, por encima de cualquier otra cosa, la rúa que llevaba hasta la catedral. La fotografía de aquel año, concretamente, recoge la salida de la función religiosa de las Siete Palabras. Una auténtica muchedumbre acaba de salir del templo y baja la calle rumbo a casa, toda vez que haber ido a un bar o cafetería se hubiera considerado “motivo de escándalo” (así se decía), en plena Semana Santa. La imagen nos presenta todo un muestrario de personajes de la Pamplona de los años 30. Ellas van con largos abrigos invernales, y ellos llevan traje y corbata bajo el gabán. No estaban de moda los sombreros, aunque se ven bastantes txapelas. Tal vez si mira los rostros con atención, reconozca alguno de nuestros lectores a su madre o a su abuelo. De entre todos los personajes, no obstante, yo me quedo con la guapísima muetica que, en primerísimo plano y desde el centro de la calle, mira al fotógrafo mientras va saliendo ya del plano.
Hoy en día la calle Curia nos sigue conduciendo hasta la catedral, aunque en su ascenso el esforzado visitante puede realizar alguna que otra reconfortante parada, por ejemplo en el bar El Temple, a la izquierda, donde poder tomarse un vinico y un delicioso moscovita. Pueden reconocerse sin demasiado esfuerzo los locales comerciales de 1932, como el que estaba ocupado por Muebles España, que se promocionaba en la foto antigua con un “Fíjese qué barato”, y justo enfrente el local que, algo transformado, alberga hoy una peluquería. Faltan, eso sí, y de forma ostensible además, los personajes de hace 85 años, y debemos conceder con pena que, a buen seguro, la práctica totalidad de ellos nos habrán dejado hace tiempo. De haber sobrevivido alguno, nosotros apostamos por la niña que veíamos en primer plano en 1932. Hoy será una simpática y guapa amatxi, y habrá sobrepasado con holgura los 90 años. ¡Un beso y un saludo para ella...!