urdazubi/urdax - La antigua aduana entre Francia y España de Dantxarinea, que separa Ainhoa (Laburdi) y Urdazubi-Urdax ha vuelto a abrirse al tráfico rodado desde primeros de noviembre, para satisfacción y comodidad de los vecinos de ambos municipios que son quienes más utilizan este paso. La vuelta a la normalidad no ha sido fácil desde que Francia decidió el cierre tras los atentados terroristas de París, en noviembre de 2016, y establecieron rigurosos controles policiales en sus fronteras.

El resto de la población no ha notado gran diferencia ya que la variante procedente de Ainhoa y el acceso desde Sara y Senpere dirige a la circulación por el que es ahora el acceso principal a Dantxarinea, más cómodo para ellos. Inicialmente, este nuevo paso fue el que se cerró y se permitía el paso por la vieja aduana, lo que generaba congestión del tráfico afectando tanto al complejo comercial urdazubiarra como a sus vecinos de Ainhoa.

Los fines de semana, festivos y la temporada alta provocaban además que gran parte del tránsito fronterizo se derivara a Ainhoa por el centro de la villa que de por sí soporta una verdadera avalancha de vehículos al ser un atractivo enclave turístico pero con una sola calle. Las autoridades francesas, sensibles a las reclamaciones de Ainhoa, cerraron la aduana original con grandes bloques de hormigón y limitaron la circulación por el paso principal. De nada sirvieron las protestas de Santiago Villares, el alcalde de Urdazubi/Urdax, al Ayuntamiento de Ainhoa y a la Gendarmería francesa, porque se perjudican algunos establecimientos “dejando a algunas ventas, en particular a Venta Lapitxuri, apartadas del tráfico de vehículos y por tanto del comercio, limitando también el acceso al parking de esta venta”, según declaró entonces,

La alerta francesa ocasionó también atascos por controles policiales, con inquietud en comerciantes y trabajadores, por si se generara un rechazo en los miles de ciudadanos franceses que a diario compran en ventas de Dantxarinea, que tiene más de 20 comercios abiertos todo el año y una concurrida localidad turística como Urdazubi-Urdax. Los comercios dan trabajo a 500 personas, aproximadamente la mitad franceses de localidades cercanas. - Iñigo Imaz