PAMPLONA- Todo el crecimiento poblacional de Navarra lo absorben Pamplona y su Comarca. Es la principal conclusión de las cifras oficiales que arroja el padrón municipal a fecha 1 de enero de 2017, publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística una vez aprobadas por el Consejo de Ministros. La Comunidad Foral sumó 2.587 nuevos empadronados en el último año contabilizado para un total de 643.234 habitantes. Y Pamplona y su Comarca (con 351.371 vecinos) experimentaron un crecimiento superior: 2.827 personas más. La capital se lleva más de la mitad de los nuevos vecinos con los que cuenta Navarra, 1.488 de sus ahora 197.138 empadronados.
Entre los 17 municipios que con sus 154.233 habitantes configuran la Comarca de Pamplona (Ansoáin, Aranguren, Barañáin, Beriáin, Berrioplano, Berriozar, Burlada, Cendea de Cizur, Egüés, Ezkabarte, Galar, Huarte, Noáin, Orkoien, Villava, Zizur Mayor y Olza), solo cuatro pierden fuelle en lo que a población se refiere: Ansoáin, Barañáin, Ezkabarte y Villava, que se dejaron a lo largo de 2016 un total de 384 habitantes. El descenso más pronunciado lo protagonizó Barañáin, con 201 vecinos menos y ya superado oficialmente por el Valle de Egüés como tercer ayuntamiento más grande de Navarra; 20.417 del Valle frente a los 20.124 de Barañáin.
En el otro lado de la balanza se encuentran los 13 ayuntamientos de la Comarca que crecieron a lo largo de 2016. Los 13 sumaron 1.723 nuevos empadronados. Especialmente relevantes son las cifras de Aranguren (438 vecinos más), y el Valle de Egüés (371), beneficiados por el desarrollo de Mutilva, Sarriguren y, en menor medida, la parte de Erripagaña que le corresponde al valle. Burlada (+253, también como consecuencia de Erripagaña), Berrioplano (+141), Berriozar (+118), Orkoien (+108) y Noáin (+103) también superan el centenar de nuevos vecinos.
pueblos cada vez más pequeños 168 de los 272 ayuntamientos navarros perdieron población entre el 1 de enero de 2016 y el 1 de enero de 2017. Otros 89 ganaron habitantes y 15 se mantuvieron exactamente igual. No es fácil hacer una distribución geográfica de la pérdida de población aunque puede decirse que los pueblos son, en general, cada vez más pequeños. Ya son 42 ayuntamientos los que no llegan a 100 habitantes, mientras otros 111 están entre 101 y 500 habitantes. De forma que más de la mitad de los municipios navarros no llegan al medio millar de empadronados.
Al contrario de lo que ocurría en el anterior padrón de 2016, esta vez algunas cabeceras comarcales ganan población, aunque en cifras muy modestas. Así ocurre con Tudela (+128), Estella-Lizarra (+39) o Baztan (+17). En cambio descienden Tafalla (-22) y Altsasu (-52), mientras Sangüesa mantiene exactamente sus 5.002 empadronados. Hay que matizar que los datos corresponden a hace casi un año y han podido variar a lo largo de 2017. No obstante, la cifra oficial a todos los efectos es esta que proporciona el Instituto Nacional de Estadística.
En la Ribera, al margen del ligero crecimiento de Tudela, destacan las subidas de Milagro (+111) y Cintruénigo (+60). Los mayores descensos se dan en Fustiñana (-68) y Cadreita (-38). En la Ribera Alta destaca el descenso de habitantes de Andosilla (-54) y también bajan ligeramente Peralta y San Adrián. Por el contrario, crece Viana.
En Tierra Estella, además de la capital siguen subiendo localidades próximas a Estella-Lizarra como Villatuerta y sobre todo Ayegui que de nuevo vuelve a estar entre las localidades navarras que más crecen. En la Ribera del Aragón sube la población en Caparroso y Carcastillo y, siguiendo hacia el norte, también ligeramente en Olite. En Valdizarbe-Novenera bajan Puente la reina/Gares y Larraga.
En la Merindad de Sangüesa sube Lumbier y baja Aoiz; y en los valles pirenaicos la distribución es muy desigual, aunque con tendencia a la baja. En Sakana crecen Arbizu y Etxarri. También, en mayor proporción, Lekunberri. Por último, en el Bidasoa aumentan los empadronados en Baztan, Doneztebe y Lesaka, y descienden en Bera.