había pensado dirigir desde aquí unas palabras a ese diputado, a ese “humilde servidor público” y representaste de Navarra en Madrid que tiene tanta clase y saber estar que, en lugar de debatir, se dedica, desde la radio (Cope), a calificar a un oponente político de “perdedor, politicucho, trilero, estudiante de la política, sabemos de su catadura moral o gran manipulador”, pero no creo que merezca la pena. Casi voy a dedicar estas lineas semanales a hablar del monotema de este mes, y no es Lopetegui ni Maxim Huerta, sino los 3 millones de euros pedidos a los reyes magos. Se aprueben finalmente o no, será imposible que se acometa ninguna obra de polideportivo este año, a lo que habría que añadir que para ejecutarlo faltarían, al menos, otros tres millones de euros, ¿o es que queremos otro pabellón con una única pista para fútbol sala para menos de mil espectadores? A UPN (me da la impresión), le da igual la viabilidad o no de estas obras y debo reconocer que, desde el punto de vista político, la jugada es maestra. Consiguen 3 millones de euros (si es que de verdad se habilitan), obligan al equipo de gobierno a decir que no lo pueden asumir y paralizan las obras de reforma que los regionalistas no hicieron durante 20 años. Es una carambola a tres bandas, lo saben desde el principio y por eso no quisieron cambiar la partida ni escuchar los requerimientos del equipo de gobierno. Quizás lo que se olvidan es que de los 18 clubes deportivos de Tudela solo 2 comparten su criterio y 3 se abstienen y entre ellos creo que no se encuentra ni siquiera el Aspil que ve peligrar la reforma del pabellón y quedarse sin uno ni otro y que la LNFS diga “hasta aquí hemos llegado”. La jugada es maestra, si, pero a mi juicio va a salir muy cara al Ayuntamiento y a Tudela. Si las obras de la Puerta del Juicio y muchas de las que acomete el Consistorio parece que nunca llegan, ¿alguien cree que las de un nuevo polideportivo se empezarían en 2018? y como no va a ser así, ¿creen que en 2019 esa partida, con nuevos presupuestos del PSOE, seguirá existiendo? ¿qué hará el Aspil durante ese tiempo? ¿y la LNFS? En fin, la cuestión es que los clubes deportivos de la ciudad se han quedado en medio de la lucha política encarnizada desatada cuando todavía queda un año para asaltar el poder y el trono de Desembarco del rey.