pamplona - “Llevo toda mi vida en esto. Mis padres tenían vacas y un poco de agricultura. Y así hemos seguido”, cuenta Eusebio Ezcurra Eugui, vecino de Orokieta, en el Valle de Basaburua, de 75 años.

Este ganadero certificado en ecológico desde 1998 recibió el pasado sábado en Geltoki (antigua estación de autobuses de Pamplona), el galardón Toda una Vida dedicada a la Agricultura Ecológica de la mano del Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra (CPAEN/NNPEK). Una cita en la que también fue premiado el Ayuntamiento de Pamplona como Entidad Colaboradora.

Hace más o menos 25 años, “poco antes de pasarme a lo ecológico” Ezcurra tuvo en su vivienda hasta 27 vacas más otras 17 novillas, el máximo que llegó a alcanzar. “Pero cada día tenía más problemas. Bajabas a la cuadra y veías a alguna vaca que no se levantaba, operaciones de torsión de cuajar -una de las alteraciones del digestivo en rumiantes más comunes- cada 15 días, etc...”, confiesa Eusebio. “Yo ya no sabía qué hacer. Si irme a otro lado o dedicarme a arreglar goteras en tejados”, recuerda.

la charla que cambió todo En esas andaba Eusebio, con todas las dudas del mundo, cuando acudió a Santesteban a una charla de José Miguel Amestoy a propósito de la ecología. “Me llenó. Estaba diciendo todo lo que yo quería oír”. Así que “me apunté enseguida a lo ecológico y noté la mejoría muy rápido. Yo no daba abasto con el veterinario, y ahora ya no tengo ni jeringuillas ni nada. No las necesito. La ecología es un tesoro inigualable e insuperable. No te dan las vacas 60 litros, te dan 30, pero vale. Y sobre todo, no te dan problemas. LLevo 20 años sin hacer una operación de cuajar”, explica.

Y añade que el cambio va más allá de la salud de su ganado. “Antes, cuando veía a las vacas enfermas, yo también sufría y me ponía enfermo. Ahora llevo 20 años sin tomar una aspirina. Se curaron las vacas y me curé yo”, asegura.

El principal cambio que justifica pasarse a lo ecológico es “la salud. El ganado está día y noche en el campo, solo las traigo para ordeñar. Y disfruto viéndolas en el campo”. Ahora “he disminuido el ganado y ordeño nueve vacas. Esto es un hobbie para mí. Y me sobra leche, la estoy regalando, no vivo de esto”. Antes le compraba leche Danone, ahora yogures Balerdi son su único cliente. “Esto me gusta, quiero mantener el campo”. Y como también quiere probar cosas nuevas “a las vacas de leche les estoy dando semen de carne”. Dice que con el cambio “vienen unas novillas preciosas. Están en el campo y cualquiera diría que les doy pienso. Pero solo comen lo que comen del campo”.

De nuevo para consumo propio, Eusebio y su hermano tienen huerta en casa. Obviamente, ecológica. “Cuanto más insecticida echas al año siguiente tienes más plagas”, dice. También tienen gallinas. “Todo ecológico. No quiero saber nada de lo demás. Estoy encantado y no lo cambiaría por nada. Aunque me quitaran la subvención, la ecología no me la van a quitar”, finaliza.

un “pionero” Por su parte, el presidente de CPAEN, Edorta Lezaun, valoró de Eusebio en la entrega de premios que se trata de “un agricultor y ganadero que, desde los 14 años, sabe lo que es trabajar duro y estar en contacto con la naturaleza, que le hizo ser pionero en la agricultura ecológica en Navarra”. También destacó que “un ganadero con unas poquitas vacas se haya mantenido en el tiempo, que haya sabido mantener su actividad a pesar de las macrogranjas, las explotaciones y todos esos proyectos que vienen hoy en día”.