ansoáin - El Ayuntamiento de Ansoáin aprobó ayer en Pleno el convenio que rubricará con la sociedad pública Nasuvinsa para posibilitar la rehabilitación con criterios de eficiencia energética de los edificios con mayor antigüedad del municipio. Se trata de cinco zonas “susceptibles”, dijo el alcalde, de ser reformadas (envolvente térmica y renovación de calderas o comunidades de calor): las torres de Lapurbide 3, la calle Lapurbide, la calle Mendikale, las manzanas situadas entre Arturo Kanpion, travesía Canteras, calle Navarra y Lapurbide, y el ámbito Lerín con Los Fueros y Divina Pastora. Nasuvinsa aporta apoyo técnico a las comunidades de vecinos para proyectos y tramitación de ayudas, y el Consistorio habilitará subvenciones especiales para personas sin recursos. El plan de acción se enmarca dentro del programa europeo Sustainavility.

El Pleno también aprobó con el apoyo del equipo de gobierno al que se sumó UPN y PSN, y con la abstención de I-E Ansoáin Puede, el nuevo tipo impositivo que se aplicará en 2019 para calcular la contribución urbana y que se fija en un 0,2777%. Este gravamen permite ajustar, según indicó el primer edil, el recibo de la contribución tras haber actualizado los valores catastrales que sufren una devaluación final del 25% de media en los inmuebles en su contraste con el mercado. Con el tipo actual (0,21609) la rebaja en la recaudación municipal hubiera sido de 405.000 euros, “inasumible” para las arcas públicas, y hubiera implicado una subida del tipo impositivo que terminaría afectando al 70% de las viviendas. En cambio, con el nuevo gravamen, el Consistorio “apenas” deja de ingresar 69.000 lo que se traduce en una rebaja de la contribución para el 70% de los hogares y una subida “muy moderada” para un 30%, indicó el alcalde.

Por unanimidad también salió adelante la partida de 49.000 euros para la rehabilitación del actual pipicán situado entre la calle Mendikale y la ronda Norte, y la creación de tres nuevas zonas de esparcimiento canino en el parque anexo a la Casa de la Juventud, en la travesía de Montejurra, y en el parque de la calle Larrazco junto a la ronda Norte. También hubo consenso para habilitar plazas de aparcamiento rotatorias (para estancias limitadas por compras o descarga) en dos calles donde se producen problemas de saturación de tráfico por las dobles vías como son Lapurbide y Divina Pastora con siete plazas cada una al inicio de ambas vías. También en Lapurbide se ganará espacio a la acera peatonal a costa de la calzada.

contratación polémica En otro orden de cosas, la junta de gobierno del Ayuntamiento de Ansoáin formada por EH Bildu, I-E Ansoáin Puede y Geroa Bai, aprobó esta semana aceptar la reincorporación como trabajadora municipal de Mercedes Chivite Berango. Según explicó el alcalde Ander Orotz, el pasado mes de mayo se registró la solicitud de quien fue trabajadora del concejo de Ansoáin como personal laboral fija, cargo al que accedió por oposición y donde permaneció nueve años hasta 1990. La junta de veintena del entonces Concejo de Ansoáin aprobó conservarle el puesto. Dos informes técnicos del Ayuntamiento (secretaría y asesoría jurídica externa) concluyen que existe “continuidad” en la plantilla, señaló el primer edil, y que el Consistorio tenía dos opciones, o bien su reingreso o indemnización por despido improcedente en base a “criterios laborales”. “Ha sido un procedimiento automático y es lo que se ha hecho, la adecuación de la plantilla para su reingreso en el nivel D”, remarcó Orotz. “Cualquier interpretación o manipulación de estos hechos responde a intereses políticos que nada tienen que ver con el escrupuloso procedimiento para poder responder a la solicitud de readmisión desde criterios exclusivamente legales y ajustados al derecho laboral”, subrayan.

Por su parte, UPN criticó “la adjudicación a dedo de un puesto de trabajo para la ex miembro de ETA Mercedes Chivite con el objeto de meterla como se pueda en plantilla y hacerla fija”. También el PSN denunció al equipo de gobierno por querer “crear un puesto de trabajo ad hoc en el Ayuntamiento para la exetarra que huyó Francia hace 30 años, cuando era trabajadora de la Cendea de Ansoáin (Concejo de Ansoáin), aun reconociendo que su puesto no se mantuvo cuando la Cendea se dividió en ayuntamientos”.