azagra - Nació en Azagra en febrero de 1940, en la carretera de La Barca, y vivió allí hasta los 10 años, tiempo suficiente para que Carmelo González forjara grandes amistades en el municipio y para que echara raíces que, a día de hoy, siguen intactas. A pesar de su corta estancia en la localidad ribera ha recuperado, de la mano de los Cuadernos Azagreses, sus sentires, recuerdos y anhelos.

Se trata de la 22º edición de esta consolidada publicación y, bajo el título de Mis recuerdos de niñez en la década de 1940, González, que ha completado sus historias con la ayuda de sus hermanos mayores, hace un guiño a los Quintos y Quintas de 1940, que incluso aparecen en alguna fotografía, y relata vivencias y tradiciones para que no caigan en el olvido.

Maestro de Enseñanza Primaria tras obtener el título en la Escuela de Magisterio de Zaragoza y licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Literaria de Valencia, Carmelo también es diplomado en Pedagogía Terapéutica, en Audición y Lenguaje y en Ciencias Religiosas. Docente durante más de 40 años, se jubiló en el 2005 y, además de este actual ejemplar, ha publicado otras obras como Un músico para la Virgen o Pescador de hombres.

La idea de escribir este libro, explica, surgió gracias a su tía Pilar Velasco, azagresa de 98 años que le animó a que reuniera sus recuerdos y vivencias en un Cuaderno Azagrés. “La verdad es que tenía mucho material porque siempre he escrito poemas o pequeños textos cuando algo me ronda, así que tan solo era cuestión de organizarlo todo y de darle forma”, apunta. El libro, que fue presentado recientemente, cuenta con 34 capítulos en los que los lectores se sumergirán en temas como el río Ebro, La Barca o la basílica.

De madre peraltesa y de padre calagurritano, González relata que su familia abrió un horno de pan en el municipio, que por aquel entonces apenas se hablaba nada de la guerra y que el pueblo estaba dividido.

Además, si algo le marcó para siempre “fue la caída de la peña en el año 1946, me impresionó muchísimo. Murieron dos niños y yo justo había entrado a clase por insistencia de mi hermano. Recuerdo cómo resonó la caída, la polvoreda que había y cómo nos sacaron por otra puerta a todos”.

la puesta de largo La presentación del libro, con más de medio centenar de vecinos, contó con la presencia de Luis Sola, impulsor del evento, y del alcalde azagrés, Ignacio Gutiérrez. El autor, explicaba, leyó algunos de sus poemas, explicó brevemente el formato del libro y después todos disfrutaron de un pequeño aperitivo. Además, insistía, le dedicó uno de sus textos, Ha llegado el momento de la reconciliación, a su prima Mª Pilar Asunción Velasco, hija de un fusilado.

Además, el día siguiente a la presentación del libro, muchos fueron los vecinos que bien en persona o a través del teléfono móvil le seguían felicitando y recordando más anécdotas y tradiciones de aquellos años.

“Está claro que Azagra ha cambiado mucho en cuanto a su estructura física y a su expansión. La Virgen era lo último del pueblo y la carretera pasaba por el centro, que era donde paraba el autobús. Por no hablar de que por aquel entonces no había apenas coches”, explica Carmelo.

A pesar de vivir en Valencia, Carmelo, acompañado por su mujer, vuelve a Azagra por lo menos una vez al año; además de para visitar a su tía no puede retornar a casa sin pasar por la basílica de la Virgen del Olmo y, asegura, recorre emocionado la parroquia, la torre de la iglesia con cigüeñas, la calle de la Bajada, el solar del colegio de las monjas, la plaza de los Fueros con el sendero derruido y la peña, la carretera de La Barca, la ermita o los huertos.

En esta última visita, con motivo de la presentación del libro, aprovechó para recorrer el recién inaugurado paseo de la Primicia.

cuadernos azagreses Estas publicaciones nacen en el año 1996, justo después de que en el año 1995 Luis Sola impulsara unas jornadas sobre Azagra, su historia y sus gentes; charlas que a día de hoy siguen en el calendario y que todos los años reúnen a decenas de curiosos.

A raíz de estas reuniones comienzan a editar los famosos Cuadernos Azagreses, publicaciones que intentan captar y preservar las costumbres y los hitos de los vecinos de esta población ribera para revitalizar la historia y dejar plasmadas en papel, con garantía de perpetuidad, aquellas cuestiones que el viento se puede llevar.

La primera edición la firmó el propio Sola bajo el título de Azagra en los versos de su gente, y en el resto de ejemplares se han abordado variados temas como personajes ilustres, la tragedia sufrida por los azagreses en 1874 tras la caída de la peña, los 50 años desde la inauguración de las escuelas de San Isidro o las añoranzas de Ángel Monreal Pagola.

Los interesados en comprar este nuevo ejemplar, recuerdan, podrán hacerlo en los establecimientos locales así como en las oficinas municipales por 10 euros.

Motes y apodos Aunque de momento Carmelo no tiene en el horizonte ninguna otra publicación literaria, lo cierto es que está muy interesado en el próximo Cuaderno Azagrés que escribirá Gonzalo Jiménez y que versará sobre los motes y apodos de la localidad. Y es que, tal y como él mismo reconoce, “soy un especialista y un amante de la materia”.

De hecho, ha recopilado y versificado cientos de motes de Peralta.