san adrián - La historia de San Adrián difícilmente se puede desligar o entender sin hablar del mundo conservero. Su progreso industrial, su desarrollo urbanístico y por lo tanto, el cariz de su gente, sus tradiciones y costumbres van de la mano de este sector que cambió a esta población que a finales del siglo XIX apenas tenía 841 habitantes y que ahora supera los 6.000. Con el objetivo de divulgar la historia local, de mantener viva la tradición conservera y de preservar las raíces de lo que fueron para no olvidar lo que son ha abierto las puertas La Fábrica Vieja, el Museo de la Conserva de San Adrián.

Se trata de un espacio de 300 metros cuadrados en el que hasta 1994 estuvo situada la antigua fábrica de Conservas El Navarrico, en el centro del casco urbano adrianés, y que pretende ser un lugar vivo, interactivo y dinámico.

La Fábrica Vieja, en la que han invertido 300.000 euros, tiene tres áreas; una zona audiovisual con sala de proyección, otra parte dotada con tecnología de visión 360º y, finalmente, un área expositiva donde muestran herramientas, envases, etiquetas, maquinaria y utensilios utilizados a lo largo de este tiempo.

“Éramos un pueblo pequeño, con pocos habitantes y procesos agrarios, pero pasamos a tener una mentalidad industrial, a producir mucho y a mover nóminas que eso, al final, es lo que pone en marcha toda la economía y hace avanzar a la sociedad”, apuntaba el director general de Conservas El Navarrico, José Pedro Salcedo, al tiempo que reconocía que “San Adrián ha perdido conserveras con el paso de los años y han surgido con fuerza otros sectores, pero sigue teniendo mucho peso. Tenemos que estar siempre cambiando, actualizándonos y renovándonos, si no, ya hubiésemos desaparecido”.

gran diversidad El museo tiene un potencial cultural, educativo y turístico en el que no pasa desapercibido el papel de la mujer; su presencia ha sido fundamental como elaboradoras, transformadoras y comercializadoras. Su trabajo se fue profesionalizando hasta lograr un sector competitivo, rentable y sostenible.

Además, en este espacio han destacado a tres figuras importantes del municipio. La primera de ellas, Amalia Herce, piedra angular de El Navarrico puesto que, como la mayoría de las conserveras de la época, José Salcedo Soria SL se creó en los bajos de su casa con Amalia como única trabajadora.

El segundo es Fructuoso Muerza, nacido en 1883, “cuya proyección y desarrollo alcanzados al frente de su empresa le convierten en uno de los hombres más importantes de San Adrián. Durante su dirección se crean servicios para los trabajadores como guardería, librería, el economato”.

Y por último está Pablo Ezquerra, vecino que dedicó su vida al arreglo de maquinaria. Tras abrir su primer taller en 1972, ahora es una empresa referente a nivel mundial con más de 70 trabajadores.

Aunque la idea, después de muchos años rondando por la cabeza de mucha gente, era hacer algo discreto, sencillo y pequeño, al final el museo ha cogido una gran envergadura en parte gracias al trabajo realizado por Josi Salcedo, la tercera generación de El Navarrico, quien agradecía la ayuda de quienes les han cedido maquinaria, fotografías y testimonios. “Son cosas que han guardado más de 40 años y es normal que al principio estuviesen algo reacios, pero lo que es importante para ellos, lo es para nosotros”, apuntaba.

Entre otras cosas destacan curiosidades como el muñeco original de la entrada de Chistu o su sirena, que muchos vecinos, recalcaba Josi, sabían a la perfección a las horas a las que sonaba.

La idea, además, es que tanto las proyecciones como la maquinaria y los personajes destacados vayan variando constantemente y que los colegios e institutos se acerquen para conocer la historia más de cerca.

“De momento el museo está cumpliendo las expectativas, ha venido mucha gente relacionada con el sector pero también personas que no lo están y que empatizan con los personajes y testimonios que aquí aparecen. Y es que, quien más o quien menos tiene a algún familiar o conocido que ha trabajado en el sector conservero”, resaltaba Josi.

horario de apertura El museo abrirá los martes y viernes de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 19.00 horas, los sábados, de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.00 horas, y los domingos y festivos permanecerá cerrado. Las entradas se han puesto al precio de 3 euros aunque existen sectores con descuento y los últimos jueves de cada mes el acceso será gratuito.