lerga - Desde hace 16 años, Ignacio o Iñaki Iriarte Marco, según le nombren, es el alcalde de Lerga, pequeño pueblo de la Val de Aibar en la Comarca de Sangüesa. “Sentimos que el pueblo necesitaba gente para trabajar por él, así que nos decidimos en grupo a tomar las riendas”, recuerda. Desde entonces han pasado cuatro legislaturas y encabeza la quinta siempre con las siglas AIL (Agrupación Independiente de Lerga). Junto a él , Charo Zabaleta Pérez y Estanislao Marco Ezcurra conforman la lista para los próximos comicios municipales en el pueblo que cuenta con 70 habitantes censados y unos 50 de “a diario”.

Iriarte suma experiencia y tiempo. Jubilado de 70 años asegura que “nunca ha dejado de lado el Ayuntamiento”, porque a él le precedió una hermana en la Alcaldía y es de los que piensan que todos tendrían que pasar por el Ayuntamiento al menos cuatro años. “No es difícil”, asegura el que fue agricultor y ganadero. “Lo que hace falta son ganas y sentir la necesidad de trabajar por tu pueblo”. Él la sintió aquella primera legislatura (2003-2007). Después, había que darle continuidad porque quedaban pendientes temas importantes y porque llegaron las ayudas para poderlos ejecutar. La tercera fue el impulso del grupo, y la cuarta, ya jubilado, le tocó de nuevo. “Pensaba retirarme ya en ésta, pero me han animado. No andamos sobrados de gente, pero somos”, subraya.

Como alcalde de un pueblo pequeño ha hecho de todo: barrer calles, podar, fosas en el cementerio... “Las cosas van cambiando y ahora aquí estoy, pegado al móvil. Hay días que lo tiraría bien lejos”, asegura.

En su trayectoria, señala, ha sido fundamental la implicación del secretario, Jesús Mangado. “Para mí significa una mano muy fuerte. Está volcado en la tarea municipal, atento, facilitador y es un buen asesor. A estos pueblos pequeños las ayudas llegan con cuentagotas y en este sentido, su labor es decisiva”, resalta.

No duda en lo que ha sido más difícil: “La Administración de arriba”. Poco diálogo y mucho recurso. “La eterna lucha, con fuertes enfrentamientos sobre todo con Administración Local por defender lo que nos pertenece. Sólo han mirado por Pamplona, Estella y Tafalla, y el resto no existe. Aquí la despoblación es bestial y no somos votos”, lamenta.

La cruda realidad rural pasa a su juicio por un respaldo mayor, si cabe, “porque tenemos menos servicios y los necesitamos igual que los pueblos grandes. Unos políticos lo han entendido y otros no, porque no han querido”.

Asegura que se ha manejado mejor con el Gobierno del cambio. “Han hecho más llano el camino en los pueblos, con más diálogo, cercanía y apertura y el trato con los trabajadores del Guarderío Forestal de la zona ha sido excelente. “Muy buenos compañeros de viaje” precisa.

En un Consistorio saneado económicamente, saneamiento, pavimentación y alumbrado son sus principales logros junto a la defensa del patrimonio (recuperación de Abaiz) “con el respaldo del pueblo hasta el final”, apunta. Pero de lo que se siente orgulloso Iriarte es de la belleza, cuidado y convivencia en armonía de Lerga. “Al final es lo que te llena. Al Ayuntamiento hay que ir con ilusión, Si no, mejor quedarse en casa. Sin ilusión no salen las cosas en los pueblos pequeños”, dice convencido.