pamplona - El 12 de octubre de 1936, en plena guerra civil española, el escritor y filósofo Miguel de Unamuno pronunció durante el acto de apertura del curso académico en la Universidad de Salamanca -de la que era rector- el ya conocido venceréis pero no convenceréis”, máxima que lo enfrentó públicamente al general franquista Millán-Astray, quien arremetió contra la inteligencia pero puso en alza la muerte. Sin embargo, Unamuno no se mostró atemorizado y a pesar de estar su vida en juego, replicó: “Éste es el templo de la inteligencia y yo soy su sumo sacerdote”.

Y es que la universidad siempre ha sido un lugar en el que crecer intelectualmente pero también en el que forjarse como persona. Humberto Bustince es una de esas personas que quiso realizarse a sí mismo y ver hasta dónde era capaz de llegar.

Su perseverancia y trabajo constante han acabado dando sus frutos y el 29 de octubre de este año la Sociedad Científica Informática de España (SCIE) y la Fundación BBVA le entregarán el premio nacional de informática José García Santesmases, que reconoce toda una trayectoria profesional. “Me ha hecho mucha ilusión porque es un reconocimiento también de relaciones internacionales. El acto es en el Palacio del Marqués de Salamanca (Madrid)”, apuntaba Bustince.

Nacido en 1958 y natural de Ujué, comenzó a estudiar en su localidad natal hasta los 10 años cuando decidió ir al instituto de Tafalla a acabar sus estudios. Al cumplir la mayoría de edad se inscribió en la Universidad de Salamanca para empezar la carrera de Ciencias Físicas: “Siempre he sido un estudiante bastante aplicado, me ha gustado estudiar. Y cuando acabé el instituto decidí hacer física en la Universidad de Salamanca. En un principio, quería hacer una tesis en mecánica cuántica pero esa idea al final no resultó. Empecé a trabajar en temas de investigación y, después, comencé a hacer la tesis doctoral sobre lógica difusa con Pedro Burillo. A partir de ese momento, me interesé por el funcionamiento de las máquinas y la simulación del razonamiento humano. Mi segunda tesis fue en matemáticas ya que siempre me ha gustado aplicar modelos matemáticos a la inteligencia artificial”, apuntaba Bustince.

En 1994 el ujuetarra fue nombrado doctor en Matemáticas por la Universidad Pública de Navarra donde ejerce como profesor e investigador desde 1991. “Tengo dos hermanos que han sido maestros. Siempre he estado cerca de la docencia. Ahora creo que debo estar en cursos como 1º y 2º, más que 3º ó 4º, para transmitir cierta ilusión. Como profesor, me ha parecido toda la vida una tarea fundamental juntar la investigación con la docencia. Es importante tener claro que cuando uno está dando clases en la universidad tiene que estar siempre en lo último que se está investigando y así poder orientar a tus alumnos basándote en las nuevas líneas de trabajo”, explicaba.

La investigación, que siempre ha sido una parte fundamental de la vida de Bustince, ha estado enfocado en la inteligencia artificial y la lógica difusa. “La lógica difusa, por ejemplo, es aquella que nos permite razonar como lo hace -en un 90% de las situaciones reales- un ser humano. En cambio, la inteligencia artificial es la ciencia que se encarga de crear máquinas que hagan cosas. Y si las personas hicieran lo mismo que las máquinas, diríamos que son inteligentes”.

Desde hace años, trabaja con su equipo, formado por 18 españoles pero también colaboran 4 compañeros de profesión en Bratislava, 9 en Brasil, 2 en Arabia Saudí y 2 en Inglaterra: “Sin mi equipo de investigación no soy nadie. Junto con nuestros compañeros internacionales, estamos inmergidos en varios proyectos. Nosotros nos caracterizamos, sobre todo, por la fusión de datos y su aplicación, es decir, fusionar datos o cifras como lo haría una persona y asociarlo después a la toma de decisión de un experto humano”, aclaraba.Profesor honorario Ha sido precisamente uno de los países con los que colabora, Inglaterra, el que quiso hacerle partícipe de sus instituciones en 2017 cuando la Universidad de Nottingham le nombró profesor honorario. Desde entonces ha impartido clases como docente dirigiendo también algunas de las tesis doctorales de los alumnos.

“Para ser profesor honorario tienes que cumplir una serie de requisitos, es decir, tener un número concreto de citas científicas, artículos o reconocimientos internacionales. Ellos estaban interesados en hacer computación con palabras. Tengo que ir varias veces ya que tienes alumnos a los que tienes que ayudar con su tesis. Es una colaboración muy directa”, explicaba Bustince. Por su parte, el científico también ha querido rendir homenaje a su pueblo, Ujué, tan ligado con el estudio, ya que fue aquí donde el rey Carlos II instauró la primera universidad navarra en el año 1376.

Durante el mes de agosto y septiembre, la Universidad Pública de Navarra (UPNA) pondrá en marcha 2 cursos de verano. “El primero será en agosto sobre astronomía, más concretamente sobre las perseidas, y el segundo en septiembre. El tema del segundo siempre es propuesto por el Ayuntamiento de Ujué. Por ejemplo, el de 2019 trata sobre el despoblamiento de los pueblos, algo bastante actual”, concluyó.