Personas para desmontar rumores
Una exposición fotográfica en Burlada pone rostro, voz y datos frente a todos los bulos asociados a la población migrante
Los rumores tienen patas largas y son veloces. Pero corren sin cabeza. Ni se preguntan cosas ni ofrecen respuestas. Por eso acaban de bruces contra una realidad mucho más tozuda. "La clave es conocer a las personas, acercarse a su realidad. Ahí ves que tienen problemas e intereses muy parecidos, independientemente de dónde hayan nacido", cuenta el técnico de Diversidad Cultural y Migración del Ayuntamiento de Burlada, Santi Gil-Ibarrola.
El Consistorio aceptó la propuesta de la asociación fotográfica Desenfoque, que quería retratar a la población migrante con normalidad y en positivo. Rompiendo estereotipos. "Vimos que tenía mucho sentido desmontar rumores de una manera muy personal. Porque los rumores siempre son en abstracto, lo fácil es hablar en general", añade. De esa fusión entre Ayuntamiento y asociación nació una exposición en la casa de cultura hasta el día 29, luego viajará a Sarriguren y después a Murchante que confirma que los rumores, rumores son.
En Burlada conviven unas 80 nacionalidades. Un campo de cultivo anti bulos fértil. Las personas que posan para esta muestra desmontan en función de su vivencia un rumor, ese ruido de fondo que ejerce de peligroso hilo conductor: del estereotipo al prejuicio y del prejuicio a la discriminación. Ni vienen a robar ni nos invaden ni nos quitan las ayudas ni son terroristas ni blablabla. Así hasta 13 bulos. La exposición recoge además la riqueza de la diversidad y defiende que, más allá de necesitarles (mayor tasa de natalidad o mano de obra), "estas personas tienen derecho a intentar salir adelante en la sociedad de acogida, a la que han llegado forzadas por las circunstancias. Y esa también es nuestra responsabilidad", asegura Gil-Ibarrola.
Leire y André / Se casan por amor
No es por papeles
"Animamos a la gente a que no se queden solo en el cliché o en lo que alguien le ha contado. Que vayan más a fondo e intenten buscar la verdad", dicen Leire Manterola y André Vicente. Ella, de Burlada. Él, de Brasil. Llegaron en 2018 después de 12 años en el país latinoamericano, donde Leire se enfrentó al rumor del "se casan por papeles". En sus trámites para conseguir la nacionalidad, el mismísimo jefe de la Policía Federal le propuso casarse para evitar una posible extradición. "Nosotros nos casamos por amor, y enfrentamos un montón de cosas por el amor que nos teníamos, no por unos papeles. Era el camino más fácil pero decidimos no hacerlo. El amor te da la fuerza hacer lo que tienes que hacer". Ni papeles ni gaitas. "Esta es nuestra historia", añade André Vicente, satisfecho por la exposición pese a la vergüenza de exponerse al público. "Ha quedado muy humana y se ha conseguido el objetivo de deshacer todas esas cosas negativas que se dicen en abstracto", reconoce. "Participamos porque con tantos rumores se crea una especie de psicosis... y nada de eso es verdad", concluye Leire.
Mari Carmen Cumbicus / Reagrupación familiar
"La he pasado duro"
En 2017, Mari Carmen Cumbicus llegó con sus dos hijas desde Ecuador, donde dejó a su marido, en busca de un futuro mejor. "Estuve casi un mes sin encontrar trabajo, ya desesperada porque iban a comenzar las clases y tenía que comprarles útiles a mis hijas". Encontró trabajo. Pero le costó un mundo lograr un piso en condiciones con el que su marido pudiera volver. Para la reagrupación, la ley exige unos requisitos en la vivienda: escrituras de propiedad o contrato de alquiler, número de habitaciones adecuado al número de personas y condiciones favorables de habitabilidad y equipamiento. Y el alquiler se convierte en una odisea por el recelo de propietarios e inmobiliarias a las personas migrantes. Hasta que, embarazada de ocho meses de su tercer hijo, "Santi me ayudó a rellenar los papeles para la reagrupación, a mi marido le salieron y vino". Cumbicus salta de rumor y explica ese de "que se vive de ayudas. Yo no tuve esa suerte. He trabajado y sé que el mejor sueldo que le puede llegar a uno es el que uno mismo se trabaja y se tiene seguro a final de mes. Ahora trabajo y vivo con mi sueldito. La he pasado duro. Pero, como dicen, Dios aprieta pero no ahoga". Para el que quiera escuchar, Mari Carmen recuerda que "aquí no viene uno a quitarse un trabajo y vivir de los demás, venimos a trabajar. Y no lo tenemos fácil". Ahora Mari Carmen, su marido y sus tres hijos ya están juntos en Burlada "y saliendo. Con trabajito, gracias a Dios".
Indira Méndez / "Lo aproveché y me formé"
Las ayudas
"A mí no me afectaron tanto los rumores, porque los cogí de otra manera", relata Indira Méndez, dominicana aficionada a la fuerza de los retos. Fue la primera mujer extranjera al volante de un autobús de La Montañesa, donde "la gente me miraba sorprendida. Y yo me reía. Me lo gocé mucho". Ya lleva 26 años en Navarra, y en un momento determinado necesitó de la Renta Básica del Gobierno foral. Un empujón con el que tirar para adelante. "Agradezco mucho el apoyo que me dieron porque me ayudó a superar una situación difícil y encarar el futuro. Yo lo necesité, lo aproveché y me formé". Indira logró el título de auxiliar de transporte sanitario y de chófer de autobús, y a día de hoy trabaja en el Servicio de Transporte Adaptado de Cruz Roja. "Estoy feliz, contentísima. Pero he tenido que batallar muchísimo", dice.
Abou Diouf / "Nada que demostrar"
La religión
Abou Diouf llegó a Burlada un 12 de abril de 2002, "y desde entonces nunca he sentido que estoy fuera de mi casa". Compagina sus estudios de Técnico de Farmacia y Parafarmacia con su compromiso a favor del reconocimiento de la diversidad cultural y la convivencia. Porque, como dice, "los que tenemos cosas en común tenemos que hacer piña y seguir". Abou, por cierto, es musulmán practicante. "No me impide para nada vivir tranquilamente con la gente. De eso se trata. Islam significa paz". Él no tiene nada que demostrar "porque si intento demostrarte algo te estoy dando la razón de que tú eres mejor. Solo hago lo correcto, haya rumores o no". Y reflexiona: "Detrás del rumor están la envidia, la ignorancia, la cobardía... mogollón de cosas. Pero no podemos hacer todos estos análisis porque somos unos vagos. Solo nos tragamos lo que nos cuentan Pedro Piqueras o Matías Prats. Es responsabilidad de uno cuestionar lo que te dicen". El discurso de Abou destruye uno de los rumores más dañinos e injustos, que cuelga el sambenito de terrorista a 1.600 millones de personas que profesan el islamismo. "Mucha gente sabe que no es verdad. Pero para quitarnos a los musulmanes de encima dicen eso. Y yo no voy a llamar a nadie racista, soy más elegante". Por último, cuenta que "ser musulmán, africano y vivir aquí para mí es una victoria. Porque si estuviese en Senegal alguna gente seguiría diciendo lo mismo sin conocerme".
Dennis Suares / Sangre de deportista
Servicios sanitarios
Campeón de apnea estática en Cuba (seis minutos bajo el agua a puro pulmón) y deportista empedernido. Así es Dennis Suares, que llegó a Navarra en 2006 y aquí ha hecho su vida. Su perfil es perfecto para tirar por tierra un rumor recurrente: las personas migrantes saturan los servicios sanitarios. La realidad es que son mucho más jóvenes. En Navarra, en concreto, con una media de 33,3 años frente a los 44,3 de los autóctonos. Por eso sufren menos enfermedades crónicas. La relación de Dennis con el centro de salud se limita a "cuando de verdad lo necesito, pero sobre todo voy para donar sangre". A Dennis se le conoce por su participación en el reality de ETB2 El Conquistador del Pacífico, que abandonó por lesión a dos capítulos de la final y donde cayó de rebote en defensa de su gente. "En la calle me tenían loco con un cubano que la montó muy gorda. Y fui con dos amigos de Hiru-Herri al casting porque no somos así, somos dicharacheros". Al margen del frío, se confiesa "muy contento por estar aquí y conocer esta tierra. Aquí hice una familia y estoy como en casa".
Selekha Nasser / Mujer y marido, iguales
Hija del desierto
"Hay que crecer, cumplir tus sueños y pasar por encima de los rumores", opina Selekha Nasser, que no se olvida de sus orígenes: "Yo soy hija del desierto". Selekha y Salama son un matrimonio saharaui que vive con su hijos en Erripagaña. Ella es técnica en Laboratorio, y él de Rayos. Y han trabajado en el cuidado sociosanitario de personas dependientes. Ambos comparten crianza y labores del hogar. "Cada país es un mundo, pero el Corán dice que el hombre tiene el mismo derecho que la mujer. En la sociedad saharaui las mujeres somos iguales", concreta para desterrar el bulo del machismo. "Cuando en mi tierra un hombre dice una palabra mala a una mujer, ese hombre nunca se va a casar. ¿Cómo un maltratador va a tener otra novia? No puede".
Diana Fajardo / "Yo no vine, me trajeron"
El nivel de estudios
Licenciada en Optometría y máster en Ciencias Biomédicas. Ella es Diana Fajardo, presidenta de la asociación fotográfica Desenfoque. Esta mexicana no vino a Navarra. "Me trajeron. El que actualmente es mi marido estaba aquí porque no había optometristas para cubrir las bajas maternales. Hubo otra baja y me contactó". Diana llegó con trabajo en 2010. "Es verdad que no me ha tocado sufrir. Tienes a la familia lejos y a veces es complicado encontrar un círculo de amigos. Pero a día de hoy estoy integrada totalmente y el 90% de mis amistades son gente de aquí". Sobre el rumor que representa (el nivel de estudios de las personas migrantes), reconoce que un cliente le preguntó si venía a limpiar y luego ya, otra persona, le revisaría. "Bueno, limpio porque me gusta tener mi sitio bien, pero también te voy a revisar", respondió. Y recuerda que "cuando se presentaron los rumores a los compañeros de la asociación muchos decían, ¿de verdad todavía se piensa así? Hubo mucho debate". El problema existe, claro que "también hay mucha gente que nos ha abierto las puertas. A mí hay personas que me han hecho sentir parte de su familia".