lodosa - Camino de su octavo año, el programa En Buena Compañía, una iniciativa que nació en Lodosa a finales del 2012 en el marco del pacto comarcal por la conciliación de la vida familiar, laboral y personal y que impulsó el Consistorio con el fin de atender, visibilizar y socializar a las personas del municipio que presentan alguna discapacidad o que se encuentran en situación de dependencia, ha dado un giro de 360 grados y se ha renovado con el objetivo de que los usuarios, de la mano de las actividades que realizan a lo largo del año, logren mayor notoriedad e inclusión en la sociedad.

Hay que recordar, además, que el Consistorio firmó un convenio de colaboración con Anfas para que esta entidad coordine el programa, una medida que tomaron para que En Buena Compañía siguiese vivo y perdurase en el tiempo.

Ana Ochoa es ahora la encargada de coordinar y de llevar las riendas del grupo, formado en la actualidad por seis usuarios de Lodosa de entre 14 y 56 años y por 7 voluntarios, la mayoría de ellos implicados desde el comienzo de la aventura. El objetivo, explicaba la coordinadora, es "darle una vuelta a los que se hacía hasta ahora y cambiar el concepto de actividad. Para ello vamos a salir a la calle, aún más. Estas semanas me he puesto en contacto con establecimientos y tiendas de Lodosa para plantearles actividades y la respuesta ha sido magnífica".

De hecho, apuntaba, más allá de las ya conocidas sesiones de manualidades o talleres en una sala, desde que arrancó el curso han ido a la pastelería García, donde montaron el escaparate y disfrutaron de una chocolatada, y han participado con Gráficas Ezquerro en un taller de calendarios. También pintaron un pancarta que lucieron el 25-N en la concentración y participaron en un taller de fotografía.

Además, insistía Ochoa, y gracias a las redes sociales, han sido varios los comercios de la localidad que se han puesto en contacto con ella para colaborar en un futuro.

La última actividad, a pesar de que en Navidad el programa para, fue la decoración de una carroza con la que salieron en la cabalgata de los Reyes Magos. "La idea es que participen en todas las actividades y en el día a día del pueblo, porque son uno más".

Las sesiones se han ampliado con el paso de los años y en la actualidad son tres sábados al mes, de 16.30 a 19.30 horas, durante el curso lectivo. Ahora, y de cara al mes de enero, desvelaba Ana, van a recibir la visita del presidente de la asociación Anfas Navarra, Javier Goldáraz, van a hacer una hoguera con motivo de la celebración de San Antón (la actividad pasará al viernes 16), y participarán en un taller y coloquio sobre el Sahara.

Aunque comenzaron las sesiones en la sala Lanton de la casa de cultura, ahora están en la sala multiusos, espacio del que tienen plena disponibilidad y en el que pueden guardar el material que requieren para cada una de las actividades.

los usuarios Ellos mismos proponen actividades, algunas inviables, como comentaba Ochoa, pero muchas de ellas más que asequibles.

Y es que, si alguien disfruta y goza con las sesiones esos son los usuarios, vecinos que esperan la llegada del sábado con muchas ganas, tal y como afirmaba. "Es mi ocio y supone ir los sábados a pasar una buena tarde y divertirme", explicaba Sagrario Torijo, una de las usuarias del programa, al tiempo que su compañero, Jorge López, comentaba que "para mí supone tener unos amigos fuera de clase. Me gustan mucho las actividades que hacemos y salir por ahí los sábados a pasar el rato con personas ajenas a la familia".

En las próximas semanas, además, Ochoa espera ir a Tasubinsa, en San Adrián, para hablar sobre el programa con la idea de que algún otro vecino de la zona pueda sumarse y también visitará el IES Pablo Sarasate de Lodosa tratar de sensibilizar e involucrar a la juventud.

el voluntariado La nueva coordinadora no cesa en los agradecimientos a los voluntarios, pieza clave del programa y sin los cuales sería inviable seguir. Además, aprovechaba para hacer un llamamiento a la gente para que se involucre y participe en este proyecto. "Al principio puede dar reparo, pero estaría bien que probasen. Solo hace falta querer aportar tiempo, ilusión y ganas".

"En Buena Compañía me aporta entretenimiento, el sentirme útil haciendo algo que me gusta y me da cosas que no he vivido en otros grupos en los que era usuario y no tenía la libertad de movimiento ni de actividades como aquí. El grupo de voluntarios es como mi segunda familia, gente que tiene en cuenta a todas las personas que lo integramos", comentaba Javier Morentin, otro de los voluntarios del programa.

Y es que el voluntariado no necesita titulación y la formación necesaria se da desde A. De hecho, ellos mismos han solicitado poder hacer un curso de primeros auxilios que realizarán los próximos días.

Con ideas nuevas, y con muchas ganas de seguir ayudando y disfrutando, Ochoa afronta esta etapa con ilusión y con la expectativa y el deseo de "cambiar algunas de las cosas a las que están acostumbrados y de que se integren en la sociedad. Es cierto que la gente se ha sensibilizado mucho con el paso de los años y que ya no están en la sombra, pero aún queda un gran trabajo por hacer".

"Supone mucho esfuerzo y muchas horas de trabajo, pero me compensa, y mucho. Verles lo ilusionados que están, lo agradecidos que son, y las ganas con las que hacen todo, no se paga con dinero", finalizaba la nueva encargada de gestionar e impulsar este programa que, asegura, espera se mantenga en el tiempo y se sumen muchas más personas.