ujué - Calles estrechas y empinadas llevan, con la tranquilidad propia de un enclave en el que conviven poco más de cien personas, a un monumento histórico (Bien de Interés Cultural) al que desafortunadamente no todo el mundo tiene acceso. Quienes se acercan sin cita previa no pueden subir a las torres -“una experiencia única” para los más privilegiados- ni circular por sus recovecos. Tampoco contemplar el corazón disecado de Carlos II El malo junto a la Virgen que, forrada en plata, constituye una de las imágenes más antiguas del románico. Pero no hace falta enumerar todas y cada una de las reliquias escondidas en las piedras que alzan la iglesia-fortaleza de Ujué para darse cuenta de que es un auténtico tesoro.

Y aunque no parezca una cuestión trascendental, el caso es que el Gobierno de Navarra ha invertido 5,5 millones de euros en reformar el conjunto monumental, cuyas obras de restauración culminaron en 2012. Seis años antes el Arzobispado se apropió del santuario (conjunto inmatriculado en 2006) y, como son los que tienen la llave, abre sólo a demanda.

Han pasado 8 años desde que culminaron esos trabajos (antes estuvo cerrado por su avanzado estado de deterioro) y quienes se acercan a este enclave patrimonial sólo pueden, fuera de las visitas guiadas, contemplar la iglesia -la primera planta, ya que no es posible acceder a la parte del coro, que cuenta con una magnífica sillería- y recorrer el paseo de ronda, además de disfrutar de las hermosas vistas tras las arcadas que rodean el edificio. El ascensor no está operativo y permanecen cerradas la sala de exposición, las sobrebóvedas, las torres y salas medievales de la casa parroquial, el coro con la sillería, pinturas murales góticas, el ábside románico, el corazón de Carlos II El Malo... O, más sencillo, lo que se puede ver: la nave gótica y los exteriores, salvo las torres.

El Ayuntamiento de Ujué quiere que todas estas joyas escondidas sean accesibles a todos los visitantes, a la población navarra y a los propios vecinos, con los que tal y como reconoce el alcalde, Rubén Sánchez (Agrupación Popular Basandía), “existe una deuda”. “Son muchos turistas los que comentan que es una pena que el conjunto no esté abierto todo el año. El que accede a las torres se siente un privilegiado y el que no, se queda con pena. Tendría que estar abierto por completo por lo menos los fines de semana en temporada baja y cuatro días en temporada alta”, subraya. Asegura que el Ayuntamiento “no está interesado en la gestión” de este conjunto patrimonial pero lamenta que las cosas “no se estén haciendo como pensamos que deberían hacerse”. “Queremos que haya una atención al público como se merece después de toda la inversión que se realizó, y que haya al menos una persona atendiendo ese goteo constante de turistas que va llegando”, reitera.

Lamenta que por el momento sólo una empresa se encargue de realizar el tour guiado, “en días contados y fechas como Semana Santa o algún fin de semana puntual en verano”, a la vez que explica que el párroco “también guía a los turistas cuando está y cuando puede”. A su juicio la solución sería establecer un horario, “siempre respetando las horas de culto. En su día ya propusimos que esa persona que trabajara atendiendo a los turistas fuera vecina de Ujué, algo importante dado el problema de despoblación que sufrimos. Si es cuestión de dinero porque las visitas no sufragan ese gasto, tendremos que intervenir el Ayuntamiento o el Gobierno foral, pero nunca se ha llegado a esa negociación porque la cerrazón es total”.

Postura “inamovible” Se trata de una demanda que viene de lejos y el propio alcalde reconoce que termina, siempre, en una especie de callejón sin salida. “Lo he intentado durante cuatro años y sé que desde el Gobierno de Navarra también se ha hecho lo posible para mantener una reunión o firmar un convenio. Y la postura del Arzobispado siempre ha sido inamovible. Ellos nos remiten al párroco como persona independiente que gestiona su parroquia y, cuando hablamos con el párroco, al final nos remite a sus superiores. Con lo cual, es un círculo vicioso y nunca llegamos a las negociaciones. La opción de poner un trabajador ni siquiera se ha planteado porque se nos ha frenado mucho antes”, lamenta.

En su opinión, “se cometió un error de bulto cuando se hicieron las obras al no haber firmado un convenio, es decir, unas contraprestaciones, fijar un horario o cómo se iban a gestionar las visitas. Pero como no se hizo, ellos tienen las llaves y si tú en tu casa no quieres dejar la llave a nadie, el de fuera no puede hacer nada”, dice.

El primer edil quiere aclarar a su vez que sí existe “colaboración con el párroco, que realiza su labor con el pueblo, con las romerías... Por ejemplo, el paseo de ronda lo utilizamos para hacer cursos de verano y también las salas de exposiciones”. Sin embargo, en este contencioso, abunda, “el que menos fuerza tiene es el Ayuntamiento. Por encima está Gobierno y después el Arzobispado. Yo llevo mucho tiempo empujando y lo que ya no quiero son confrontaciones”.

40.000 visitas anuales El Ayuntamiento estima una afluencia turística de unos 40.000-60.000 visitantes al año en Ujué, turistas que si -por otra parte- no pueden acceder a todo el complejo, “se quedan poco tiempo”. El pasado viernes, una mañana fría de invierno, con un clima desapacible, se dejaron caer por allí una decena de personas en algo menos de una hora, por supuesto para visitar la joya de la corona en “uno de los pueblos más bonitos” del Estado, título adquirido recientemente. Norberto Sánchez y David García acudieron desde Cantabria para visitar el santuario, del que ya conocían “la historia de la paloma, Uxua. “Hemos venido por recomendación de una amiga y luego nos iremos a Olite y nos quedaremos en Pamplona el fin de semana”, aseguraban, poniendo en valor el paisaje. “Estaría bien que estuviera todo abierto; ya que te desplazas hasta aquí te gusta verlo todo. Ahora mismo me piden cinco euros por cada uno y los pagaba por entrar, y si emplean a una persona es un puesto de trabajo que se genera”. Reconocían que en otras ciudades “también se paga por ver muchas cosas. Al final vienes, haces kilómetros, y pasas por caja”. Otra pareja se acercó desde Baztan “por primera vez a ver el conjunto. Nos parece muy bonito pero hemos visto poco”, señalaban. Un francés con un moderno traductor y otro grupo más nutrido visitó el conjunto por su cuenta, sin nadie que les atendiera, a pesar de que, junto a la casa parroquial, una moderna estancia dispone de un vídeo sobre Ujué y paneles explicativos. Estaba cerrada.

Un “escándalo” Desde la Plataforma en Defensa del Patrimonio Municipal (cédula de Recuperando que lucha contra las inmatriculaciones de la Iglesia y por la recuperación del patrimonio público), Regino Ayesa, califica de “escándalo” que después de una inversión con dinero público “ellos tengan las llaves y no hagan accesible el conjunto. Cuando éramos pequeños subíamos a las torres y ahora hay que pagar para ver prácticamente todo porque cierran las dependencias más importantes”, valora. Asegura que “es muy difícil solucionar el problema pero tenemos que seguir peleando. Con Lerga y el poblado de Araiz pasó algo parecido y fue una victoria del pueblo”.

Explica, además, que “hay mucho resquemor entre los vecinos pero parece que el Arzobispado es intocable. La Iglesia de San Miguel, también en Ujué, dejó de ser centro de culto en el siglo XIX porque amenazaba ruina. También es de ellos y están dejando que se hunda. Aquí el Ayuntamiento está dispuesto a negociar pero no quieren hacer nada, y así es imposible”.