pamplona/iruña - No son los primeros gigantes de Suzko Konpartsa (Comparsa de Fuego) pero sí los más queridos y apreciados por sus pequeños seguidores. La comparsa, a las puertas de su primera década de vida, presenta mañana sus dos primeras figuras de goma: Akerra y Zezen Gorri. Las figuras, de tamaño reducido, son obra del creador de gigantes Rubén Platero (Gigantes Platero), expresamente para este colectivo.

El acto tendrá lugar será mañana a las 20 horas en el paseo de los Enamorados de la Rochapea, a donde pertenece parte de la comparsa. La otra mitad se ubica en la Txantrea, donde guardan las figuras, en un cobertizo del nuevo centro comunitario de Salesianas, junto al que posaron ayer el autor de las figuras e Íñigo González, miembro fundador del colectivo.

En 2011, cuenta González, empezó a elaborar junto a sus hijos un gigante artesanal, una tarasca, una especia de dragón con cola, similar a un gigante de la Pamplona medieval. Tras el invierno, lo sacaron a la calle. “La idea era motivar a mis hijos y a mis sobrinos para que salieran con los gigantes”. El experimento salió bien, y al año siguiente le hicieron la pareja, un toro, aprovechando unos cuernos que tenían a su alcance. Tras dos años de colaboración con los Gigantes de Fuego de Pamplona, que retomaron , bajaron a la Txantrea, donde comenzó Suzko Konpartsa.

Al colectivo se acercaron dos grupos de gaiteros (Zarrabete y Errotazarko Gaiteroak), Tirikitrauki Fanfarrea, que acompañan en sus actuaciones a Suzko Konpartsa, unas 30-40 personas en total, de las que 25 se encargan de bailar los gigantes.

la historia del fuego Como distintivo sobre las comparsas habituales, Suzko Konpartsa es una de las dos de Pamplona que emplea el fuego en sus bailes. Sus figuras tienen un sistema por el que las personas que las hacen bailar pueden encender bengalas o botes de humo que sostienen en la boca.

Pero aunque pueda parecer un género novedoso, los gigantes de fuego en la capital navarra tienen precedentes desde época medieval. De cuando formó parte de Iruña Taldea, González recuerda cómo se recuperó la fiesta de los Caldereros en 1996. Unido a esta fiesta, trataron de retomar tradiciones perdidas de la capital navarra, apoyados en una tésis de Maite Pascual sobre las fiestas medievales de Pamplona.

Una de las recuperaciones fue la de los toricos, gigantes y zaldikos de fuego, los últimos perdidos por el paso del tiempo. En el 96, los caldereros crearon los dos gigantes de fuego actuales de Pamplona: Doña Graciosa y Lancelot. La tesis hablaba también de sierpes y tarascas, e hicieron también una tarasca pero desapareció y fue repuesta en 2011 con la creada por la familia de Íñigo González.

La actividad de Suzko Konpartsa es “una recreación” para González. “No podemos decir que es una recuperación porque no queda nada original”, apunta, mencionando que durante años los gigantes se quemaban en la plaza de toros al terminar la corrida. Sea como sea, poner de nuevo gigantes que echan fuego en Pamplona es algo que crea expectación en pequeños y mayores. “Para la gente es novedoso porque hay que tener en cuenta que los gigantes de fuego se perdieron en 1700”, expresa González.

400 figuras De la estrecha colaboración entre González y Platero, iniciada hace ya dos años, han surgido las dos primeras figuras de goma de los gigantes de Suzko Konpartsa. Mañana serán presentados a las 20 horas en el paseo de los Enamorados de la Rochapea. Antes, a las 18.30 arrancará una kalejira desde Patxi Larraintzar que finalizará en el paseo para la presentación. En esta primera producción compone de 400 unidades de los gigantes Akerra y Zezen Gorri.

Antes de llegar a los 10 años de vida, González afirma que el objetivo de la comparsa está en seguir formando a jóvenes en el baile de los gigantes y en la música, además de, por qué no, completar las otras dos figuras que se han quedado sin realizar, por el momento: Artza y Herensuge.