La Policía Foral denunció ayer a un vecino de Pamplona por encontrarse en vía pública debiendo realizar un confinamiento domiciliario por positivo en COVID-19 de su mujer.

Los hechos se produjeron durante un control de movilidad que realizaba una patrulla camuflada del Grupo de Delincuencia del Automóvil en la comarca de Pamplona, concretamente en Iza.

Los agentes fueron a interesarse por un turismo que se encontraba parado e identificaron a su conductor. Realizadas las correspondientes indagaciones confirmaron que el conductor debía permanecer aislado en su domicilio por padecer su mujer contagio de Covid-19, obligación avalada además por prescripción facultativa.

Este hecho, además de una desobediencia, puede suponer una infracción grave a la Ley 33/2011 General de Salud Pública, que en su artículo 57.2b sanciona con una multa de entre 3.001 y 60.000€ a quien "realice conductas u omisiones que puedan producir un riesgo o daño grave para la salud de la población" (muy grave sería cuando produzcan efectivamente riesgo o daño, pudiendo llegar la sanción a los 600.000 €).

Desde que se instauró el estado de alarma el día 15 de marzo, la Policía Foral ha identificado a 8.604 personas, de las que 800 -el 9% del total- han sido denunciadas por desobediencia (no respetar los términos del Real Decreto en cuanto a movilidad). También han sido detenidas otras seis, a las que se les imputan delitos de resistencia y desobediencia