- Ayer fue un día de mucho movimiento en la residencia de ancianos Francisco Joaquín Iriarte. Por una parte, los bomberos se afanaron mañana y tarde en las labores de desinfección del centro, y por otra parte, 40 usuarios preparaban las maletas por la mañana, para, por la tarde, ser trasladados al Centro Interrelacional, de ASPACE, en Lekaroz, tras la Orden Foral emitida ayer por la Consejera de Derechos Sociales, Mª Carmen Maeztu Villafranca. Se trata de 40 residentes que han dado negativo en el test de COVID-19.

El test fue realizado el pasado miércoles a todos los residentes y a todos los trabajadores del centro, y tras conocer el resultado de todos los casos, el centro, con la colaboración del Ayuntamiento de Baztan y el Gobierno de Navarra, ha adoptado la decisión de separar por grupos a los usuarios del centro, con el fin de poder realizar mejor el trabajo por grupos, y salvaguardar la seguridad de todos. Así lo confirmó ayer la directora de la residencia Francisco Joaquín Iriarte, María Jesús Beunza, quien informó de la decisión, tomada el sábado tras una reunión en la que participaron ella misma, junto al Director General de IDEA (empresa que gestiona la residencia), Rafael Sánchez-Ostiz, el alcalde de Baztan Joseba Otondo, y representantes del Gobierno de Navarra, para analizar la situación del centro, tras los casos positivos conocidos recientemente.

Según manifestó Beunza, esta semana han conocido cual es la situación real del centro, porque se les ha hecho el test a todos los residentes, y "al ser conocedores de la situación, se podrá trabajar mejor de aquí en adelante". Beunza se lamenta de no haber podido realizar los test con anterioridad, "lo ideal hubiera sido hacerlos en el minuto uno, cuando empezó todo esto, aunque es verdad que al principio escaseaban los test". "Lo doloroso de todo esto es que empezaron a salir los primeros casos a los 15 días de cerrar el centro, (se cerró el 13 de marzo, 2 días antes de decretar el estado de alarma)". Tras conocer los primeros casos, "Sánchez-Ostiz pidió una y otra vez al Gobierno de Navarra que se hicieran los test a todos los residentes y trabajadores, y al final se hicieron de manera privada", y se ha podido conocer la situación real. El resultado ha sido que varios trabajadores han dado positivo, entre ellos, 12 asintomáticos, "que han estado trabajando sin saber que eran portadores del virus", pudiendo contagiar a los residentes. Entre los residentes también ha habido positivos, de los cuales, más de la mitad son asintomáticos.

Entre los usuarios que han dado negativo en el test, algunos, los menos autónomos, seguirán en la residencia de ancianos, en un área de aislamiento, que se implementó antes de que apareciera el primer caso positivo, el 20 de marzo; y otros 40 fueron trasladados ayer a Lekaroz. En el nuevo hogar habrá otro grupo de trabajadores, con otra persona que se encargará de la dirección, y con la ayuda logística de Aspace.

Esta misma semana, otros 7 usuarios con carga viral baja fueron trasladados a la residencia Félix Garrido, de Sarriguren, habilitada para atender a personas mayores que no requieran hospitalización, y así poder reordenar los espacios disponibles en algunas residencias y facilitar el aislamiento de casos positivos del resto de residentes.

Entre los residentes que seguirán en el centro, se han creado diversos grupos, de usuarios que han dado negativo pero tienen menos autonomía, y de usuarios que han dado positivo, que estarán aislados. "Al conocer la situación de cada uno, se podrá trabajar más específicamente, por grupos, con diferentes protocolos, con una nueva distribución y más espacio", informa Beunza. Son momentos duros, de mucho esfuerzo y nerviosismo, pero en la residencia Francisco Joaquín Iriarte están muy comprometidos con su labor, mirando por y para el bienestar de los mayores, convencidos de que saldrán adelante.