“Os animo a que conozcáis el proyecto y a que lo veáis, porque se trata de una fábrica”

- “No cuestionamos el modelo, cuestionamos la ubicación”, argumentó ayer Javier Erro, representante del Ayuntamiento de Noáin/Valle de Elorz en la Mancomunidad, sobre la futura planta de tratamiento de residuos proyectada en Imarcoain. “Es una zona muy saturada” y tiene un “coste desmesurado de 60, 70 o 80 millones de euros”, dijo sobre un proyecto que Navarra Suma, con la alcaldía en el municipio, rechaza. “Contamos con la aprobación de toda la ciudadanía y toda la corporación”, argumentó. Y anunció que seguirán “por la vía judicial. Es una lucha de David contra Goliat, la llevaremos paso a paso hasta donde sea posible”.

En la moción que defendió, Navarra Suma pedía que la MCP no impulse para levantar la planta un Plan Sectorial de Incidencia Supramunicipal que “usurpa” las competencias urbanísticas del Ayuntamiento; que se revise el convenio con el Valle de Aranguren para prolongar la vida útil de Góngora, cuyo cierre está acordado en 2023; y solicitar a Comptos un informe que evalúe alternativas a su ubicación. Manolo Romero, alcalde de Aranguren, defendió “que si se firman cosas, lo lógico es que se cumplan” y añadió que “la UE prohibe el vertido sin tratamiento previo”, como se hace en Góngora.

A Patxi Leuza le pareció “totalmente irreal” que a Navarra Suma le parezcan ahora mal los PSIS, algo que también llamó “mucho la atención” de Maite Esporrín. Aritz Ayesa recordó que “ahí está el anteproyecto, y deja bien a las claras que es una industria”. Y David Campión dijo respetar y entender a Noáin en su negativa a la planta, pero explicó que “el vertedero es algo anacrónico, y centrar ahí la polémica no tiene ningún sentido técnico. Os animo a que conozcáis el proyecto y a que lo veáis, porque se trata de una fábrica. Tenemos un tabú en la cabeza con los residuos que de alguna manera nos lo tendremos que sacar”.