- Después de 21 años en la presidencia de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Estella-Lizarra, Javier Caamaño ha sido relevado por el también estellés, Maxi Ruiz de Larramendi que fue el elegido por la asamblea para afrontar los destinos de la entidad en los próximos años.

A las puertas del albergue en la calle La Rúa, cerrado por la pandemia, Caamaño nos relató sus inicios ya lejanos en una de las asociaciones más antiguas del mundo, creada en 1962 y solo superada en edad por la de París. “A mi me inició mi primo Pedro María Gutierrez Eraso (ya fallecido), me apuntó como socio cuando yo vivía en Barcelona y solo venía a Estella en los veranos. Luego me trasladé a Bilbao a trabajar en una consultoría donde me movía por toda la zona norte y me permitía también vivir parte del tiempo en Estella”.

En su remembranza, el ya expresidente de la asociación recordaba su ingreso en la escuela de ingenieros de Bilbao donde finalmente se doctoraría en Derecho mercantil y sacaría la cátedra en 1998, presentando un trabajo de investigación que “curiosamente, fue sobre el teletrabajo tan de moda actualmente” y ya en 1999 fue convencido precisamente por Maxi Ruiz de Larramendi, además de otro de los clásicos, Jacinto Morán, para que se presentara a presidente de la asociación. Un organismo que entre sus principales funciones tenía la gestión del albergue de peregrinos en la calle La Rúa, que por entonces acogía a unos 8.000 peregrinos al año. “Fue un momento en el que el Camino de Santiago comenzaba poco a poco a despegar en número de peregrinos”. Paralelamente a la creación y al cuidado del albergue y del peregrino, la asociación desde su fundación tuvo entre sus funciones la promoción del Camino y la realización de actividades culturales.

Un calendario intenso a lo largo del año que cuenta con La Semana Sefardí, Las Jornadas del Camino de Santiago, las del Patrimonio, la Semana de Estudios medievales, la de Música antigua y el Concierto de Navidad, además de otras iniciativas que no se realizan actualmente como las jornadas sobre el carlismo recordadas todavía hoy “por su problemática ideológica”. Con Caamaño comenzaron los Recorridos del Camino, donde los socios realizan una excursión al mes y que arrancaron allá por el 2001. “Afrontamos el camino como un rompecabezas. Hacemos las etapas en fines de semana largos o puentes. Nos organizamos en función del tiempo que tengamos según estén más cerca o más lejos de Estella y el primero lo acabamos en 2004.

Así que después lo que hicimos fue afrontar el resto de los caminos existentes hasta realizarlo ocho veces”. Iniciativa que les hizo transitar por varias rutas, entre ellas, el Camino francés -o de los francos-, el del Norte, el Inglés, el del Baztán, el Aragonés, el Portugués, el Primitivo... Estas experiencias fueron a la postre la mejor manera de captar socios “porque vivir el Camino atrapa. Es algo tan diferente a lo que haces normalmente que las vivencias sentidas en esas jornadas en las que rompes con la normalidad hace que la gente que lo prueba repita y se sume a la Asociación”.

El incremento de peregrinos que anualmente llegan a la ciudad del Ega ronda los 35.000 anuales, una cifra que hizo que el albergue de Estella llegara a acoger hasta 20.000 personas. Sin embargo, en los últimos años ha habido un resurgir de albergues, hostales y apartamentos turísticos que ha hecho que la cifra del último año sea de 17.235. “La mitad de los peregrinos que salen de Roncesvalles pernoctan en Estella y, de ellos, la mitad vienen al albergue, por eso estaremos mirando de reojo qué pasará en Roncesvalles cuando lo abran, aunque nosotros tenemos claro que será muy difícil que podamos abrir las puertas que cerramos el 13 de marzo” comentó Caamaño. “No es viable en un lugar como éste mantener las medidas de limpieza constantemente; habría que contratar un personal que lo haría inviable y vemos difícil que podamos abrir ni siquiera en agosto” comentó ya metido es sus funciones el nuevo presidente, Maxi Ruiz de Larramendi, que cuenta en su nueva junta con Juan Carlos Esquiroz como secretario y los vocales Teresa Adeli Pérez, Rosita Elcano, Javier Vélaz, M.ª Ángeles Martínez, Javier Iriberri, Joaquín León y Román Felones.

De un total de “335 simpatizantes la última socia es una señora de Texas”. Y es que uno de los aspectos que más destacan del Camino de Santiago es su multinacionalidad. Un dato que el año pasado hiciera que por Estella-Lizarra pasaran peregrinos de 42 nacionalidades diferentes. Una mezcla internacional que comparte un misma experiencia y también los mismos servicios igualando a todos los peregrinos.

Comienza a partir de ahora con la presidencia de Ruiz de Larramendi, un nuevo periodo aunque su compromiso viene de antaño. “Llevo en la Asociación desde 1980 y he estado con todos los presidentes: Paco Beruete, Antonio Roa y Javier Caamaño. Actualmente, está muy consolidada en la ciudad con todas las diferentes actividades que realiza”. “Llevamos tantos años que a mi me ha tocado recibir peregrinos en los pisos de las Escuelas Comarcales o en el Hospital Viejo antes de que creáramos este albergue”.

Una de las grandes aportaciones de Ruiz de Larramendi junto con unos pocos socios, vino en 1990 cuando después de diez años suspendida “con el apoyo de alguno de los profesores decidimos recuperar y poner en marcha la Semana de Estudios Medievales. Ahí estuvimos unos pocos que logramos organizarla en precario, pero lo suficiente como para sacarle los colores al Gobierno de Navarra que, al año siguiente, se hizo ya con la organización de la misma”. Con todo, Ruiz de Larramendi piensa que en su etapa intentará mejorar “lo que se pueda” pero que su presidencia seguramente será “continuista”.

Uno de los aspectos que Ruiz de Larramendi ve claro que hay que mejorar en el futuro es la revisión de los 5 euros que cada peregrino entrega como donativo por el uso del albergue, una donación que se estableció hace diez años y que el nuevo presidente cree que ha llegado el momento de revisar al alza cuando se vuelvan a abrir los albergues. En este traspaso de responsabilidades, el nuevo presidente aseguró que su aspiración será la de “estar a la altura de los anteriores presidentes, para que esta asociación, que cada día es más valorada por los vecinos de Estella, siga viva. Cumplir 58 años tiene mucho mérito”. Y, como despedida, el ya expresidente Javier Caamaño afirmó con voz un punto emocionada que había sido “un honor y una autentica satisfacción, haber estado como presidente estos 21 años y también el de beneficiar directa o indirectamente a la ciudad Estella-Lizarra”.