- En clara minoría -5 de 17 concejales- Navarra Suma sacó ayer adelante los primeros presupuestos de la legislatura en Burlada. Lo hizo sin voces contrarias porque los dos ediles de Cambiando Burlada apoyaron las cuentas y los diez restantes se abstuvieron. Y en un clima de consenso marcado por el contexto de crisis. La voluntad de llegar a acuerdos mandó sobre los posicionamientos políticos, siempre tentadores en un debate presupuestario, quizás el más importante del curso.

La cifra asciende a 17.134.294 euros, de los que “somos conscientes de que ya hemos gastado buena parte, pero la situación del covid no nos ha permitido hacerlo de otra manera”, reconoció la alcaldesa Ana Góngora sobre unos presupuestos que muestran “la capacidad de diálogo y la voluntad de aportar de todos los partidos”. Habló de cuentas “bien dotadas en gasto social”, con casi 3 millones en transferencias corrientes y 3,8 en servicios a la ciudadanía. Y destacó, por ejemplo, los 115.000 euros de apoyo al comercio local.

Iñigo Uharte (Geroa Bai), se refirió a “dos elementos importantes” como el aviso de Intervención sobre la sostenibilidad del Ayuntamiento, en “grave peligro”, y una covid que “agrava este problema. Por eso, escenificar un enfrentamiento con el Equipo de Gobierno solo porque tenemos discrepancias ideológicas no era lo mejor para la ciudadanía. Pensamos que tener presupuestos va a dar cierta certidumbre”. Su grupo no encontró líneas rojas y apostó por una “abstención activa”. También Podemos se abstuvo. Las cuentas eran “más técnicas que políticas”, “continuistas” y “aceptables viendo la actual situación”, dijo Lourdes Lozada, que agradeció al equipo de Gobierno las enmiendas de su grupo incluidas en las cuentas.

Txema Noval (Cambiando Burlada) recordó que las obras de Erripagaña permiten hasta el momento equilibrar el presupuesto y “más temprano que tarde” desaparecerán. “Tenemos que adoptar decisiones en materia recaudatoria para sostener los gastos”, dijo. Reconoció igualmente que las cuentas mantienen dos apuestas “históricas” del pueblo, con un elevado gasto en personal que refleja la prioridad del Ayuntamiento de prestar servicios desde lo público, y “que somos un pueblo dotado de muchos servicios”. “No teníamos argumentos para rechazar los presupuestos, y nos inclinamos por el voto favorable porque responden a una filosofía que hemos defendido siempre”.

Por su parte Kevin Lucero (PSN), con más ganas de pinchar que el resto, dijo que eran presupuestos “continuistas de un Equipo de Gobierno nacionalista e independentista”. Y le hacían pensar “que Navarra Suma no tiene un proyecto político propio o todavía no han sido capaces de definirlo en unos presupuestos”. Aún así, estaban “relativamente contentos” al incluir varias de sus enmiendas. Se abstuvieron.

Por último, desde EH Bildu Berta Arizcun también agradeció que se hubieran respetado algunas de sus iniciativas y, con otra abstención, escenificó que “no vamos a poner trabas a unos presupuestos que, aunque no sean los nuestros, son los necesarios para la situación excepcional que estamos viviendo. Hacemos nuestra la responsabilidad para tratar de aminorar el impacto de esta crisis, y que no la pague la ciudadanía como en otras ocasiones”.

Inversiones. La alcaldesa destacó los 387.024 euros para asfaltados en distintos tramos, la mejora en la accesibilidad (100.000 euros), la reforma del pabellón Elizgibela (3,3 millones de euros), o la reforma y ampliación del gimnasio de las piscinas, con 400.000 euros).

La alcaldesa agradeció el trabajo de todos los grupos y se congratuló del consenso alcanzado.

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Millones de euros, el presupuesto de la localidad.