Artajona ha retrocedido al medievo y se ha transformado en escenario para la quema de brujas. El pueblo navarro grabó durante una semana el cortometraje Haizea, el film con el que competirá en el concurso Navarra, Tierra de Cine, el certamen que nació hace ocho años para promocionar el territorio. La producción audiovisual es obra de Juanjo Clausell y Edgar Bernad, quienes serán los encargados de presentar el proyecto y quienes ayer entregaron el resultado final, que competirá con otros nueve cortos rodados en diferentes municipios navarros. Un equipo de seis personas se desplazó hasta Artajona para convertir el entorno en un decorado medieval, labor en la que participaron también Estrella Iriarte y Fernando Lienzuain, naturales del pueblo, y un total de 35 artajoneses, que hicieron de extras en el rodaje.
“Es la primera vez que participamos en este concurso y nos ha parecido una experiencia muy bonita y positiva para todos”, comenta Maite Jurio, concejala de Cultura, quien reconoce que la corporación municipal se animó a ser parte de esta iniciativa “para promocionar hacer promoción turística del pueblo, que en estos tiempos es muy importante”. “El formato audiovisual tiene una fuerte potencia, se transmite por muchos sitios y estos cortos se moverán por muchas plataformas”, concreta Jurio.
En este certamen son los propios pueblos quienes eligen los lugares que podrían dar lugar a un cortometraje, espacios que luego los creadores valoran y sobre los que hacen los guiones. El guión se adapta al lugar, no al revés. Haizea se ha grabado en lo alto del pueblo, sobre el cerco de Artajona y en la casa rural el Diezmo, aunque también el dolmen y dos viviendas particulares han estado entre los escenarios escogidos.
Estos espacios, según la concejalía de Cultura, son los “grandes hitos del pueblo”, que aprovecha su entorno para fomentar las visitas al pueblo y, en este caso, aúna cultura y turismo, dos fuerzas con las que se pretende promover las visitas y dar una mayor visibilidad.
