- La plaza de toros de Lodosa se engalanó ayer para recibir a los Reyes Magos en dos pases diferenciados y con un aforo máximo de 400 personas en cada uno de ellos. A pesar de las circunstancias adversas, nadie quiso perderse este momento de ilusión.

A las 16.00 horas, y al son de las trompetas y los tambores, Melchor, Gaspar y Baltasar salieron al ruedo aclamados por todos los vecinos. Los Magos de Oriente se pararon junto al castillo de Herodes, que tampoco faltó a la cita, y acto seguido se acercaron hasta el portal de belén.

Bajo una carpa, María Larripa se metió en la piel de María, Manuel Hernández ejerció como José y el papel de ángel lo interpretó Javier Larripa.

Los Reyes, uno por uno, depositaron el oro, el incienso y la mirra y se desplazaron hasta sus tronos, situados en el centro de la arena. Allí, y antes de despedirse de los txikis, dirigieron unas breves palabras a los lodosanos.

En otras poblaciones como Peralta, la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar fue algo diferente. Y es que allí apostaron por recorrer todas las calles hasta llegar a la iglesia, una parada que los vecinos siguieron en directo por televisión.

En el caso de San Adrián, Sartaguda, Falces o Sesma, entre otros municipios, los Reyes salieron por los cascos urbanos en carrozas que nadie siguió y desde las que no se lanzaron los tradicionales caramelos.