En una terraza urbana bajo la lámpara de calor, María Luisa Pascualena, Wila, pone sobre la mesa su primera novela Íntimas extrañas, una historia que ha visto la luz en tiempos de pandemia. Es una novela intimista centrada en el universo femenino y en el proceso creativo de escribir, que toca las emociones humanas en torno a la maternidad, la vida y la muerte y otros temas universales como la amistad y el amor, envuelta en un toque de suspense.

"Es una historia de transformación, un viaje que termina con la toma de decisiones. Y añadiría que me ha salido una historia muy de mujeres, sin pretenderlo", recalca.

Wila (Madrid, 1970) ha construido durante cuatro años su primer relato y se lo ha dedicado a sus amigas por el empuje que le han dado para finalizarlo en un recorrido con los altibajos propios de quien se enfrenta por vez primera a la autopublicación. "En 2020 estuve a punto de tirar la toalla. Tenía el libro aparcado, me costaba moverlo, pensar en la maqueta interior, en su portada... me daba pereza pero la suerte me salió al paso", reconoce. Fue uno de esos encuentros productivos, en este caso con un primo que había publicado y que le facilitó información.

La novela está editada por Jam Ediciones. Mauro Guillén se brindó a editarla y a publicarla. La promoción y venta corren por cuenta de la autora. Admite Wila que la falta de tiempo ha alargado el proceso creativo en el que ha volcado sus sensaciones "de manera fluida", y lo ha dotado de una mezcla ordenada de ingredientes con lenguaje directo y sencillo. "Para mí era fundamental que el lenguaje no fuera barrera, que fuera bonito y pudiera llegar a cualquiera".

La transparencia es un valor para ella que se dedica al diseño web y marketing on line. Es consultora de Negocio on line y UX (Experiencia deUsuario) en Biko, trabajo que compagina con las clases que imparte como profesora asociada en la Universidad de Navarra.

"La enseñanza es mi vocación"

"La enseñanza es mi vocación, me da mucho más de lo que yo doy. Lo que enseño es muy creativo y me emociono con el resultado", afirma. Pero en la escritura encuentra Wila el entretenimiento y la diversión, la manera de cargar pilas y de dar rienda suelta a su imaginación que le permite sacar su mundo interior. "Yo no me considero escritora. Simplemente, escribo por el placer de hacerlo. Escribo desde siempre para mí, también poesía sin pretensiones. En 2011 escribí Diario con la mano izquierda, la experiencia de estar escayolada y vivir con un sola mano", apunta. En la actualidad publica micro-relatos fotográficos en su cuenta de Instagram @wila_.

Licenciada en Comunicación Audiovisual en la Complutense (Madrid), la fotografía es otra de sus pasiones que ejerció como profesión cerca de una década, le dio de comer y fue la base de trabajos con los que se buscó la vida, hasta reorientarla.

LLegó a Navarra en 1997 y se doctoró en Comunicación Digital (Universidad de Navarra, 2003). No en balde, en Ochagavía hunde parte de sus raíces. De allí partieron sus abuelos maternos hacia Madrid donde se instalaron después de la Guerra Civil. En Ochagavía se enamoró y encontró al padre de sus dos hijos.

El amor por su patrimonio:

Celestino Pascualena y Teresa Cambra no volvieron a vivir a la villa salacenca, pero supieron transmitir el amor por su patrimonio a sus descendientes: euskera, danzantes, pelota... La abuela Teresa vivió para gozar del viaje inverso de su nieta Wila. Esta herencia familiar y la "de mujeres echadas para adelante", asevera, ha sido determinante en su destino.

Las mujeres de su vida ejercen una influencia en sí misma, las del pasado y las del presente, con las que comparte aficiones como el baile de danzas árabes y de fusión árabe-flamenco. "Me han proporcionado un mundo muy femenino en el que puedes ser tú y me ha influido al escribir este libro con mujeres protagonistas y sus relaciones. Todas tienen algo de mí, pero no es autobiográfico", apunta al tiempo que entra por whatsapp una felicitación masculina. Adelanta que en su próximo trabajo colocará a sus personajes a mayor distancia. Ya le ronda una idea.

Cumplidos los 50 y con el objetivo alcanzado, busca ahora tranquilidad y libertad, dar prioridad a lo importante. "A esta edad me interesa sobre todo que la gente disfrute con mi libro", declara.

La primera tirada de 100 ejemplares se evaporó rápidamente y dio paso a la segunda. De momento, solo se vende en Amazon en papel y en formato Kindle (12 euros papel y 8 versión digital). Además, Wila se ocupa de su promoción y venta, mientras se plantea una posible presentación más adelante.