- Hay personas que dejan huella. Es el caso de Miguel Ruiz Ciriza, concejal de Lekunberri entre 1984 y 1995 fallecido el 25 de junio y que fue recordado el pasado domingo en una despedida convertida en entrañable homenaje. Al acto organizado por su familia quisieron unirse amigos, concejales de antes y de ahora y compañeros del centro de día entre otras pesonas que le recordaron y agradecieron el trabajo que de una manera generosa y altruista aportó a este pueblo.

Compañero de batallas durante los 11 años que estuvo en el Ayuntamiento, José Mari Aierdi recordó a la persona y su capacidad de trabajo en unos años en los que se acometieron importantes proyectos como el saneamiento de Lekunberri, la traída de aguas, la concentración escolar o las obras del matadero. Además, vivió en primera persona la segregación del entonces concejo del Ayuntamiento de Larraun. Lo cierto es que las personas allí reunidas recordaban que era un hombre inquieto, activo e implicado en todo lo que hacía, siempre con una sonrisa; una trayectoria vital que se vio interrumpida con 65 años después de una larga enfermedad.

En nombre de la familia habló su hermana Belén, un momento especialmente emotivo. También cuando Gorka Urbizu, fundador de Berri Txarrak, junto con su hermana Nerea cantaron una canción de despedida a su tío. Tampoco faltó un sentido aurresku en su honor.