La localidad ribera de Murchante celebró el pasado día 13 su paloteado en honor a su patrón San Roque, haciéndolo contrarreloj, ante las dificultades que han tenido este año por la covid-19 para reunir anécdotas y poder ensayar. Este año la asociación de dantzaris de Murchante, que organiza el paloteado, han tenido solo un mes para organizar el paloteado de 2021, cuando en un año normal la recopilación de las anécdotas para escribir los textos comienza en los meses de Octubre y Noviembre. Así pues los textos de este paloteado se han escrito “aprisa y corriendo” desde el 1 de julio hasta el día 20 del mismo mes, conforme se tenían los textos se los iban pasando a los actores para sus ensayos, los dantzaris “iban quedando como podían ya que todos trabajan y tienen sus vidas, organizarlo en tan poco tiempo ha sido muy difícil”, afirmó una de las redactoras de los textos.

La entrada al escenario, que este año se trasladó a la plaza de la Asunción (plaza del Ojo), se produjo a los ritmos de la canción Resistiré, pero con la letra adaptada al Paloteado. Sobre el escenario los protagonistas de la representación fueron el Ángel (Jesús Simón, 10 años haciendo de Ángel), el Diablo (Aroa Berrozpe, 4 años), Mayoral (Aimee Fernández, 7 años participando) y Rabadán (Héctor Chueca, 3 años). Tras cien años sin representarse, en el año 2008 la Asociación de Dantzaris de Murchante recuperó el paloteado, y se ha hecho ininterrumpidamente a excepción del año 2020 a causa de la pandemia.

El Rabadán para comenzar señaló que “hemos oído vuestras peticiones y nos hemos subido al tablao, pues ya había ganas en este pueblo de disfrutar del paloteao”, y pese a sus peticiones para dar un abrazo al Mayoral éste se negó y recordó los confinamientos que ha vivido Murchante, “¿Pero tu que quieres púes?, ¿Que nos vuelvan a encerrar?, que parecía Murchante una ciudad criminal, toas salidas cortadas, y hormigón por los caminos y si no tenías papel, no salias de este sitio”.

Entre las anécdotas que narraron estaba la de la Tere la Jorja, que con su mala vista, fue a la cooperativa a comprar vino y por más que apretaba los botones del aparato para pagar con tarjeta no daba la autorización “Cuando vino la moceta que ese día despachaba, le da el ataque de risa, la Tere no entendía nada. ¡Como te va a funcionar, ponte las gafas no jodas! ¡Que se equivocó de maquina y marcó en la calculadora!” También el de la comparsa de gigantes y cabezudos que tras una concentración en Sangüesa se les averió el camión en el que viajaban y tuvieron que ir a pedir ayuda a una casa de alterne. “Fueron a pedir agua para echar al radiador, el edificio que creían era un bar, era un edificio de esos con luces de ¡navidad!, oye bien majas las mozas les dieron agua encantadas y les dijeron que si querían ya sabían donde estaban”.

Por último apareció en medio de una traca el Diablo (la humorista Aroa Berrozpe), que se dedicó a criticar las obras que había realizado el Ayuntamiento y recordó la anécdota del párroco de Muchante “un día en plena misa se dejó el micro abierto y cuando se fue a hacer pis se le escuchó por todo el templo”. El Ángel recordó al Diablo (Berrozpe) que cuando en el festival de cortos de Murchante entregó un premio le sucedió lo mismo y se oyó como decía a uno de sus compañeros en la presentación de los cortometrajes ganadores “Malacate voy al baño que es que me ha bajao la regla, yo es que creo que voy manchada, voy a mirarme la compresa”, el Diablo concluyó señalando entre risas “pero mira me salio bien la jugada pensaron que era del guion”.