Aires nuevos para el cambio de década. Cuando acaban de cumplirse 20 años desde que el Club Taurino se trasladara a su actual sede en la calle Arrieta, la sociedad ha reformado el bar restaurante y ha encargado la gestión a dos veteranos hosteleros del Casco Viejo: José Miguel Sagredo, de El Patio de las Comedias, y Santiago Salguero, del Basoko Taberna de la calle San Nicolás. El resultado es La Plaza Gastrobar, que cambia de nombre para llamarse como la Monumental situada justo al lado, el coso que, por cierto, también está a punto de cumplir años: 100 nada menos el próximo 2022.

Aunque deja de denominarse Club Taurino, el local de la calle Arrieta, 5, seguirá siendo su sede "como no podía ser de otra manera". José Mª Sevilla, presidente de la popular sociedad desde febrero del año pasado, y que cuenta en la actualidad con unos 170 miembros, destaca que el nuevo negocio de hostelería "nos gustaría que fuera atractivo para la clientela, con una oferta gastronómica exquisita y variedad de platos".

Y eso es precisamente lo que van a ofrecer los nuevos gestores. Santiago Salguero, hostelero con 15 años de trayectoria y en los últimos 5 el propietario del Basoko de San Nicolás, avanza que La Plaza llega para satisfacer los paladares de los pamploneses. "El establecimiento se ha reformado" y la oferta gastronómica va a ser acorde al sitio: "Producto navarro, mucho guiso y cocina tradicional", explica Salguero. Contará para ello con un equipo humano de unas 6 personas.

Santiago Salguero y José Miguel Sagredo están dispuestos a ponerle la mejor cara a los tiempos de pandemia: "Hay que tirar para adelante", opina Salguero. Ellos lo saben bien, de hecho la amistad de estos dos hosteleros se forjó en el espacio de las terrazas covid del paseo de Sarasate, donde regentan una cada uno. "Aquí en La Plaza también tendremos terraza, con 8 mesas y protegida con toldos. Pero, además, arriba contamos con 7 mesas y otras 16 se prevén en el comedor inferior, eso siempre que se garantice la distancia de seguridad que marca la normativa", explica.

La Plaza se abre, en el sentido más amplio de la palabra, en homenaje a ese espacio "tan emblemático" de la capital, taurino primero, pero también musical, folklórico y social, y que forma parte del acervo pamplonés. Las obras comenzaron antes del verano y se prevén terminadas en unos días para abrir en dos semanas. "La idea es abrir a las 8 de la mañana para los desayunos y dar oferta de almuerzos para los colegios de la zona", detalla el hostelero, quien añade que habrá también "menú del día, pinchos, cazuelicas y carta". Todo ello en un enclave privilegiado que mira a la Medialuna.