Lizarra Ikastola recibe el premio Manuel de Irujo en su 51 aniversario "de oro"

Lizarra Ikastola recibió ayer el vigésimo premio Manuel de Irujo Saria. Un acto que se celebró un año más tarde de su concesión como consecuencia de la pandemia, y que contó con el patio del mismo centro como escenario para la ceremonia de entrega.

Entre los méritos destacados por la fundación Manuel de Irujo para la concesión del premio, destacaron “el trabajo del centro en la recuperación y la difusión de la cultura vasca en Lizarraldea durante 51 años”. En este sentido, se recordaron los inicios en septiembre de 1970 fecha de comienzo de los primeros pasos de un centro que recogía a su vez el testigo de la Escuela Vasca que se puso en marcha en 1932 y que fue posteriormente cerrada; quemando sus libros y símbolos en la Plaza de los Fueros en 1936. “Con Lizarra Ikastola se reavivó la llama del euskera y la conciencia vasca, en una ciudad donde se había intentado borrar todas la huellas y símbolos de la cultura vasca”, aseguró Koldo Viñuales presidente de la Fundación Manuel de Irujo.Entre las personalidades que se desplazaron hasta la ceremonia, estuvo el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde y contó con la presencia del presidente del Euskadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar. También acudieron las parlamentarias María Solana y Blanca Regulez, el consejero Mikel Irujo y el ex consejero Manu Aierdi, así como el alcalde de Estella-Lizarra, Koldo Leoz, junto con varios concejales del ayuntamiento de la ciudad. Otro de los participantes destacados en el acto fue Josu Reparaz, antiguo director del centro y actual presidente de la Federación de Ikastolas, quien citó a José María Satrústegui para definir lo que supuso la creación de Lizarra Ikastola al “derribar la barrera de Andía y Urbasa y convertirse en puerta de unión de las dos navarras”. “Hoy la estrella de ocho puntas que tiene Lizarra Ikastola como símbolo es la estrella del mundo del euskera: es este una aniversario de oro”, afirmó Reparaz haciendo referencia así al más de medio siglo que ha cumplido el centro.

El acto festivo estuvo acorde al espíritu cultural del centro, ya que actuaron un grupo de voces de 5º y 6º de primaria que interpretaron las canciones Bat eta bi; Iru eta Lau y Inifarraren Kantua. También, un grupo de alumnos y alumnas pasearon sus disfraces de palokis, además de varios músicos de txistu, tambores, gaitas y trikitixas.

Con todo, fue el ex concejal Ricardo Gómez de Segura quien hizo entrega del seiburu (una escultura del artesano local Carmelo Boneta) y de la medalla que recogieron en representación del centro, su presidente, Unai Gardoki, y su director Joseba Tristan. Gardoki insistió en el día histórico que suponía para el centro el premio y lo dedicó: “por que tenemos muy presentes a quienes ya no están con nosotros y que nos dejaron el legado de un auzolan gigante y el tesoro oculto que hoy vive en nuestro corazones”.

Por su parte, el recién nombrado director del centro, Joseba Tristán insistió en su visión de las escuelas como “centros para la vida” al mismo tiempo de “una apuesta por la educación de calidad y multilingüe”.

Entre las actuaciones del día destacó el trío formado por Dani Lñopez Moreno (uno de los pioneros del Lizarra Ikastola), junto con el Rafa Sanjurjo (profesor jubilado del centro) y el exalumno Niko Galarza. También se pudo ver entre los asistentes, a anteriores premiados como Josu Txueka, Arantzazu Amézaga e Iñaki Anasagasti.