Familias y niños se han congregado este miércoles en la Plaza Consistorial de Pamplona para recibir a los Reyes Magos, que hacia las 16 horas hacían su entrada en la capital navarra a través del Puente de la Magdalena, y sobre las 16.30 horas atravesaban el Portal de Francia.
Hacia las 16.50 horas llegaban a la plaza del Ayuntamiento, donde han sido recibidos por la corporación municipal, encabezada por el alcalde de la ciudad, Enrique Maya, para a continuación dirigir unas breves palabras a las familias y niños allí congregados.
Desde el balcón del Consistorio, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, ha asegurado que los niños y niñas presentes "se han portado muy bien este año tan duro en el que han tenido que estar más horas de las habituales en su casa". "Y sus padres y madres saben lo bien que se han portado. Por lo tanto, les ruego que sean ustedes generosos con sus regalos para estos y niñas", ha afirmado Maya, tras subrayar lo "contentos de verles" que se han mostrado los niños allí congregados.
A continuación, el rey Melchor ha trasladado que "bajo ningún concepto" se plantaban "dejar de venir" a Pamplona. "Es una ciudad maravillosa, nos han recibido de una forma fantástica. No tenemos ningún cansancio, vamos a llegar a todos los hogares", ha garantizado.
El rey Gaspar, por su parte, ha indicado que, para poder llegar a todas las casas, los niños han de "ayudar". "Se tienen que ir pronto a la cama y tienen que dejar sus zapatos preparados para que los reyes podamos hacer pronto nuestro trabajo y llegar a todos los hogares", ha apuntado.
Finalmente, el rey Baltasar ha remarcado que "el mejor regalo de todos" es "ser obedientes" y "estudiar mucho". "Vosotros sois la luz del mundo, sed niños de la paz en todo el mundo. Tened confianza en vuestros padres y respeto, y también en Dios, así seréis mejores niños en todo el mundo", ha concluido.
Con los compromisos de primera hora de la tarde cumplido, la cabalgata, con un 60% de los participantes de otros años, se puso en marcha hacia las siete en punto desde el colegio Santa Catalina, en la calle Abejeras, su punto de partida habitual. El recorrido no varió respecto al de otro años y la comitiva recorrió la calle Abejeras, plaza de los Fueros, avenida de Zaragoza, plaza Príncipe de Viana, calle Sancho el Mayor, plaza del Vínculo, paseo de Sarasate, plaza del Castillo, avenida Carlos III, calle Cortes de Navarra, calle Amaya y calle Arrieta, para concluir en el Colegio Vázquez de Mella.
La cabecera del cortejo, compuesta por portaestandartes y cornetas, abría la marcha, seguida por los buzones reales, preparados para recibir las cartas de los niños y niñas que esperaron hasta el último momento para pedir los regalos a los Reyes Magos.
Tras ellos, la fábrica de juguetes, que no ha parado de trabajar en los últimos días, y la carroza de los juguetes, a rebosar. “Esa es la bicicleta que he pedido”, comentaba un niño. “¿Qué dices? Es la mía”, le respondía, convencido, otro, seguramente su hermano o su primo.
Detrás de ellos, los pasteleros con los roscones, el heraldo de sus majestades, los caballistas, un grupo de soldados romanos que no dejó a nadie indiferente y los Reyes con sus séquitos. Cada uno con el suyo esta vez, y no los tres juntos al final como otros años.
Cientos y cientos de personas se desgañitaron llamando a Melchor, Gaspar y Baltasar. El último, como suele ocurrir, fue el más aclamado por la multitud, aunque ninguno se puede quejar del trato que les brindó la ciudad y que hoy será devuelto en forma de regalos.
Y con esto, y el paso de los bomberos y el vehículo de los niños perdidos, terminaba una cabalgata que, aunque dejó muy contentos a los más pequeños de la casa, tendrá que esperar otro año para recuperar todo lo que tenía años atrás.
VÍDEOS DE LA CABALGATA
VÍDEOS DE LA CABALGATA
