- El desprendimiento de varias rocas hacia la zona de baño de la poza del Agua Salada hizo que el Ayuntamiento precintara y balizara la zona. Esa fue la sorpresa que aguardaba ayer a los usuarios y usuarias de este emblemático rincón de la ciudad que comprobaron la magnitud de las rocas desprendidas y la violencia de su impacto contra la barandilla que protege el recinto donde cayeron trozos de la misma en el mismo vaso de baño.

Policía Municipal ya recibió avisos el domingo sobre algún desprendimiento en la zona, pero fue el que impactó en la zona baño por el que se procedió a su cierre el pasado lunes por la tarde. Entre las razones que explicarían estas caídas están las heladas de estos últimos días, unidas a la humedad de las lluvias recientes que harían un efecto de cuña que abriría fragmentos de la roca. Ante esta situación, el Ayuntamiento decidió su cierre: "mientras dure esta climatología es lo más razonable, que estén precintadas las instalaciones", comento el concejal de Medio Ambiente de Estella-Lizarra, Txemi Pérez de Eulate.

Hay que recordar que este punto ha sido protagonista en los últimos tiempos. Por un lado por la sequía que repercutió al manantial. También por la fugas y su posterior reparación por parte del Ayuntamiento. Finalmente, por la limpieza que un grupo usuarios realizó tras las inundaciones de diciembre, una limpieza que apenas duró unos días ya que se volvió a anegar el pasado 10 de enero.

"Ante el más mínimo riesgo lo prudente es cerrar. Estar alerta y observar cómo evoluciona sobre el terreno", aseguró Pérez de Eulate.