La Champions se disputa en Pamplona. En el Sadar, no. En el parque del Runa. Edición local de The Champions Burger, una competición gastronómica con marchamo yanqui. Siempre hemos sido muy permeables a las influencias estadounidenses. Quizá podríamos incorporar una exhibición de rodeo a las mañanas sanfermineras en el coso taurino, complementaria de los concursos de recortes y anillas y de las escuelas de tauromaquia.
Pamplona propondrá su candidata a la mejor hamburguesa del país. Se valora la calidad del pan y la carne, la combinación de productos, la originalidad y la presentación. Competirá con las elegidas en el resto de la gira española de este montaje de facturación millonaria. Además de hamburguesas (con opciones vegetarianas, veganas y sin gluten), se ofrecen patatas fritas, alitas de pollo, croquetas y postres. Y bebidas.
El propio Ayuntamiento de Pamplona publicita el evento en su web. Lo organiza la empresa Gastrosueños S.L. El año pasado fue una gastropesadilla, con intoxicaciones alimentarias y un par de ingresos hospitalarios. Quejas vecinales y laborales. El éxito popular fue contundente. Boca abierta del asombro. Tanta apertura como la que requiere la ingesta ortodoxa de una hamburguesa.
Para facilitar el desplazamiento, se dispone de autobuses lanzadera gratuitos. La hostelería local, contrariada. También Sortu, el partido hegemónico en EH Bildu, formación que ostenta la Alcaldía de Pamplona y gobierna en Iruña. Evento “yanqui” y “erdaldun” (hispanohablante), “capitalista y ultraconsumista”, en las antípodas de su modelo de ocio y consumo: “cercano, de calidad y protector de los pequeños”.
Compatibilidad del bastón de mando y la pancarta. Causada la herida moral a sus compañeros dirigentes del Consistorio, Sortu aplica una tirita balsámica: “El Ayuntamiento de Pamplona tomará medidas para reducir algunos de sus impactos negativos; lo tenemos claro”. Hasta puede que vean en la treintena de food trucks unas txoznas motorizadas.