Solo falta uno de los tres conductores para completar el equipo del autobús estellés repleto de ayuda humanitaria que tomará rumbo a la frontera de Rumania con Ucrania. Un viaje relámpago cuyo objetivo es regresar con 53 refugiados del infierno de la guerra. Es el proyecto del estellés Ramón Astarriaga en el que ayer se afanaban decenas de vecinos y vecinas de Estella-Lizarra y voluntarios que recogían y organizaban el material en torno al número 2 de la Plaza de Santiago. Un trabajo que durará hasta mañana miércoles y donde se recogerán todo tipo de alimentos, prendas de abrigo y medicamentos cuyo destino serán los cientos de miles de ucranianos que sufren las consecuencias del ataque ruso.

Una iniciativa que emprendió este hostelero estellés “junto con Marius”, un amigo que les deja una casa en Rumania que utilizarán como referente. “Es tal la tragedia que es el momento para que todos pongamos de nuestra parte”, aseguró Astarriaga mientras realizaba el reparto y recibía numerosas llamadas telefónicas de vecinos que se estaban enterando de su iniciativa.

Un viaje que se iniciará el próximo jueves por la noche “saldremos sobre las 23 horas” y en el que participarán siete voluntarios. A falta de que se confirme un tercer chofer, contará con una médico pediatra, un enfermero, un traductor de ucraniano y el propio Ramón. Un estellés que pertenece a la asociación ACOES Navarra y que ha realizado varios viajes humanitarios a Honduras.

La empresa Autobuses Gurbindo ha realizado un esfuerzo para poner en marcha el autobús de la expedición, un elemento fundamental: “han sido muy solidarios. Han entendido la urgencia y ya veremos cómo lo financiamos finalmente, el caso es que han confiado y ahí está”, señaló Astarriaga quien era consciente de que en la recogida final de personas “vamos a dejar allá a mucha gente”.

Uno de los aspectos en los que también han trabajado es la consecución de un local que recoja inicialmente a todos los componentes ucranianos de la expedición: se instalarán en el albergue de Anfas de Estella. “Queremos que los primeros días puedan hacer grupo; conocerse”. Aquí ya hay organizado un grupo de voluntarios que participará en el cuidado. Tras este periodo inicial está previsto que se vayan repartiendo por hogares de acogida en Tierra Estella.

Éste es solo un ejemplo de la corriente solidaria y de ayuda que recorre la Merindad y en la que se van involucrando la mayoría de los ayuntamientos. Así, el Estella-Lizarra, a través del Área de Juventud y Solidaridad, y con el apoyo de distintas entidades y asociaciones, está centralizando la recogida de material y comida para enviar a Ucrania desde la Casa de la Juventud María Vicuña hasta el 12 de marzo.