Burgui y Maule quedaron este sábado oficialmente hermanados en un acto sentido y esperado al que acudieron más de 120 personas desde Burgui y el Valle de Roncal desplazadas en autobuses y coches particulares para participar en la jornada que escribe el comienzo de un nuevo tiempo de colaboración entre ambas localidades.

Aparcado por la pandemia desde 2020, año en el que Maule solicitó el hermanamiento al Valle de Roncal, por fin ayer se pudo materializar el proyecto transfronterizo financiado por los fondos del Programa Europa con los Ciudadanos 2014-2020 que marca el inicio de nuevas líneas de trabajo compartidas.

“Con este proyecto transfronterizo sufragado con fondos europeos queremos trazar nuevos lazos de unión, desarrollar y respaldar acciones culturales, sociales, lingüísticas, deportivas, de memoria histórica, de educación, de trabajo para potenciar todo aquello que nos une, que es mucho y seguro será más”, significó la alcaldesa de Burgui. Elena Calvo, como parte de un discurso iniciado con un saludo en euskera, uskera, castellano y francés, se intercambiaron, discursos y obsequios en el día en el que dio comienzo el hecho “que viene a culminar lo que ha sido y es durante muchos años una intensa relación entre las gentes de Burgui y de Maule, unidos a los dos lados del Pirineo por razones económicas y políticas” significó la alcaldesa burgiarra, Elena Calvo.

Enumeró entre ellas a las golondrinas, mujeres muy jóvenes de aldeas y pueblos humildes como Burgui, Salvatierra, Fago, Ansó, Artieda, que desde 1870 aproximadamante a 1940 viajaban a pie hasta Maule para trabajar en la próspera industria de la alpargata desde octubre hasta la primavera. También a las personas refugiadas políticas republicanas que encontraron refugio en Maule, al tiempo que la ciudad servía de punto de contacto para reenviar las cartas venidas de otras zonas republicanas de vecinos del valle a sus lugares de origen. Unas relaciones que salvaron vidas y aún perduran en la memoria colectiva.

Pero también Maule y Burgui comparten una lengua, el uskara roncalés y el zuberotarra, vínculos todos que han sido determinantes para llevar a cabo este hermanamiento que pretende ser un punto de partida hacia el futuro y al mismo tiempo un homenaje a todas esas personas que ya antes crearon vínculos estrechos a los dos lados de la muga.

empeño Por su parte, el alcalde de Maule, Louis Labadot, no ocultó su emoción al acoger a las gentes del Valle de Roncal en el día señalado para emprender el camino juntos y oficialmente hermanados. Este deseo estaba muy claro en el Ayuntamiento de Maule, que votó y aprobó el proyecto, y nada más comenzar la legislatura (tomaron posesión el 4 de julio de 2020) acudieron al valle para diseñarlo. Burgui y Uztarroz fueron los más receptivos a la solicitud, ( de hecho, la alcaldesa de Uztarroz, Jone Alastuey,también acudió ayer a Maule).

Tenía que ser Burgui, por algo existían ya los fuertes vínculos que Labadot repasó en coincidencia con la alcaldesa de Burgui, nexo hecho a través de caminos: el camino de la guerra civil, el refugio republicano que albergó al exilio de este lado de los Pirineos y el camino de las golondrinas. “En la actualidad, el 40% de la población mauleonesa procede de esos caminos de la guerra civil y de las golondrinas. y hoy rendimos homenaje a los múltiples orígenes de su población fruto de numerosos mestizajes operados a merced de las olas migratorias sucesivas”, explicó.

Seguidamente, afirmó que el hermanamiento permitirá poner en marcha propuestas en el ámbito cutural y socioeconómico. “Trabajaremos en un proyecto común, invitando a las asociones a reflexionar juntos, trabajaremos juntos y construiremos juntos. Les propongo trabajar en la integración de los demás pueblos del valle en un hermanamiento más amplio bajo el auspicio de la Presidenta de la Comunidad de Municipios, con la ayuda del Parlamento de Navarra y de la Región Nueva Aquitania”, sugirió el alcalde en una jornada emotiva, intergeneracional y fraternal, que abre un nuevo camino compartido.