ola, personas. Una vez más aquí al teclado para contaros mis pamplonadas. En esta ocasión vamos a ver tres escenarios diferentes y un nexo común.

Resulta que en esta semana que hoy despedimos se ha celebrado el día de los archivos. Como ya sabéis, vivimos en una sociedad muy organizada que tiene su día para todo y así como tiene el día mundial del retrete, que se celebra el 19 de noviembre, el 9 de junio se celebra el día mundial del archivo y a este servicio he dedicado mis tres paseos.

El día 9 se celebraba una jornada de puertas abiertas en los dos archivos dependientes del Gobierno de Navarra, el Archivo Real y General y el Archivo Contemporáneo de Navarra. El primero lo conozco de sobra y de él hemos hablado en más de un ERP, sin embargo, del segundo apenas tenía noticia de su existencia, de hecho no tenía ni idea de donde estaba ubicado. Los dos ofrecían su visita guiada a las 12 del mediodía por tanto había que elegir y elegí el segundo. Vamos a conocerlo.

El ACN se encuentra instalado en la antigua fábrica de SuperSer en la vecina Cordovilla. Con tiempo suficiente tomé carretera y manta y a la hora marcada estaba allí. No éramos muchos los que habíamos acudido a la llamada de los archiveros contemporáneos, una señora, una chica y un servidor completábamos la lista de los curiosos interesados por saber que es exactamente un archivo contemporáneo. Nos recibió una funcionaria de la casa llamada Teresa y que a lo largo de toda la visita fue simpática, cercana y muy comunicadora. Hechas las presentaciones por parte de nuestra anfitriona pasó a contarnos la historia, fin y funcionamiento de la institución que nos acogía. Fundado en 1983, sobrevivió sin sede propia hasta 1990, año en que se instala en su casa definitiva, siendo ésta una parte de lo poco que queda en pie de la antigua fábrica de SuperSer que después fue Porcelanas Irabia.

El fin del ACN es el de recoger toda la documentación que generan los diferentes departamentos de la administración foral, a excepción de justicia y salud. Casi nada.

Según nos contó Teresa las cajas allá custodiadas ocupan 42 kilómetros, una javierada, y en tan brutal distancia se guardan, a 31 de diciembre de 2021, 276.646 cajas. La función arriba referida no es más que el germen de esta institución ya que, a partir de 2019 su labor se ha ampliado y recoge otro tipo de fondos mucho más variados y amenos que la sórdida documentación producida por la fábrica burocrática. Así por ejemplo recibe donaciones de particulares que han almacenado documentación social de diferente índole y la quieren poner a disposición de todo aquel que la quiera estudiar, como colecciones de pegatinas o panfletos políticos, o documentación de organizaciones desaparecidas pero que ya son historia, cercana pero historia al fin y al cabo, como la documentación del desaparecido C.D.N., o los carteles cinematográficos de las películas producidas por Golem, documentaciones industriales, campañas publicitarias y un largo etc. de todo aquello que ayer fue nuevo y hoy ya es elemento de estudio sociológico del pasado reciente.

El Archivo ocupa la tercera y cuarta plantas. La tercera está dividida, por un lado, encontramos toda la parte técnica en la que los 13 funcionarios que allí se emplean desarrollan su labor de recepción, catalogación, escáner, administración, etc. Otra zona es lugar de llegada y recepción de material y una tercera archivo propiamente dicho con un buen número de estanterías y cajas ordenadas y numeradas. La cuarta planta es toda ella archivo puro y duro, hileras inacabables de baldas repletas de cajas todas uniformes con una serie de datos crípticos en el lomo que no aclaran su contenido, quedando éste oculto bajo un código. Otra serie de números indican grupo, hilera, balda y hueco en el que cada caja ha de estar para su manejo. Tras un rato de preguntas y respuestas a cerca de un mundo tan desconocido para nosotros dimos la visita por acabada. Me fui con una esperanza, la de que el propósito que se han marcado para un futuro de "Papel Cero" sea pronto una realidad.

Por su parte el Archivo General celebró su día con un concierto de música barroca que sonó en el salón de actos rodeado de los tapices de Rubens que allí se exhiben. Me resultó imposible asistir al concierto, pero, al día siguiente, el viernes, me acerqué a primera hora al renacido Palacio de los Reyes de Navarra para poder admirar esas maravillas que Rubens parió para el madrileño convento de las Descalzas Reales por encargo de la infanta Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, y de las que en el palacio de la diputación tenemos una de las reediciones que de ellas se realizaron. Los tapices navarros tienen una rocambolesca historia a sus espaldas ya que llegaron a lo largo de los siglos, y a lo largo de diferentes herencias y donaciones, al hospital de la Misericordia, ubicado en el edificio del actual museo de Navarra, y en el desván del viejo caserón los encontraron en 1917 hechos unos zorros, rotos, llenos de goterones de cera, roídos por los ratones y con tantos deterioros que los encargados del patrimonio de aquellos años dudaron de si valía la pena restaurarlos, menos mal que decidieron que sí y lo hicieron en 1920. Desde entonces han estado adornando diferentes estancias del palacio de la Diputación. La descripción de los mismos, que tienen el título genérico de El triunfo de la Eucaristía, sería muy extensa para hacerlo aquí, os recomiendo que antes del día 30 os acerquéis al AGN y los admiréis.

Acabada la visita me acerqué al palacio del Condestable donde el tercer archivo de Pamplona, el municipal, nos presentaba un interesante trabajo sobre la centenaria plaza de toros y sus predecesoras. La exposición, comisariada por Javier Marquínez, nos muestra en el zaguán de Condestable, con interesantísimos planos, documentaciones y legajos, que el AMP custodia, la parte constructiva y arquitectónica de las tres plazas de toros estables que Pamplona ha tenido. En el patio del palacio podemos ver el factor humano que han tenido estos espacios de reunión y diversión. Fotos de varios e históricos fotógrafos distribuidas en un buen número de paneles nos dan una clara idea de lo que estas plazas han significado para la ciudad. Yo que vosotros tampoco me la perdería.

Y nada más, así hemos celebrado el día de los archivos a los que tanto debemos. Ellos son nuestra pública memoria.

Besos pa tos. l