“ Un 27 de febrero blanco y nevado (nací)/de ahí mi nombre y fortaleza / mi cuna fue el amor; / mi vida, la naturaleza”. Así se presenta Blanca Bértiz Iriarte, sunbildarra de nacimiento, que hoy en día vive en Oronoz-Mugaire. Desde hace mucho tiempo la poesía fluye por sus venas, poesía que escribe con el corazón, un corazón grande, que bombea cada gota de sangre que se convierte en letras que componen unos versos que llegan igualmente a otros corazones. 

Blanca se define como “una mujer sencilla, de una familia humilde” de seis hermanos, que tuvo una niñez y juventud que cuando la recuerda se ríe, porque fue una época muy feliz, “éramos felices con pocas cosas, nunca nos ha faltado el amor ni tampoco un plato caliente”. Señala que tampoco les ha faltado el humor en la vida.

Cuenta que ha trabajado mucho, “toda la vida, en lo que fuera. Nunca he dicho que no a ningún trabajo”. Ahora está jubilada, y trata de disfrutar al máximo de la vida, “cada día es muy importante, hay que vivir la vida, solamente hay una, y en pocos segundos puede dar un vuelco, para bien o para mal”. Es la premisa que sigue a diario, “la vida es muy bonita, tenemos que vivirla como tal, sin hacer daño a nadie”. 

Al hablar con ella se nota que es una persona sincera, llena de energía, positiva, pura. Una persona llena de paz, que a su vez, la transmite con sus palabras, con sus poemas y textos, además de con su fotos. 

La fotografía es una de sus grandes pasiones, junto a la literatura y la música. Cada día saca entre 15-20 fotos, bonitas instantáneas que retratan sobre todo, la naturaleza, lo que a su vez es el motor de su vida, “con tierra, agua y viento, no me falta el alimento. / Me atrae la sencillez, acompañada de melodía. / Con un roble y un petirrojo, ya se me alegra el ojo”.  Le encanta sentir el aire todos los días, el sol, los buenos paseos por el bosque, la huerta, tocar la tierra con las manos, sentirla. Todo ello es parte de su esencia, la hace sentir bien. Además, desde que se jubiló ahora tiene tiempo para disfrutar de todo ello, “todo el mundo tiene un reloj, pero le falta tiempo”, apunta. 

Desde siempre le ha gustado leer, le encanta la poesía, y además de leer también escribe desde hace mucho, poesías que según el estado de ánimo fluían de una u otra manera. Muchas veces, tras escribirlas, las desechaba, hasta que llegó un día en que dejó de apartarlas. Le entró el gusanillo, y empezó a guardarlas para tratar de publicar un libro. 

“He escrito el libro con el tintero en mi corazón. Ahora mi vida puede seguir fluyendo”

Un libro que al final, acaba de ver la luz. 'Fluyendo' es el título con el que ha elegido Blanca para la publicación, un libro que como señala la autora contiene “instantes de mi vida grabados en mi corazón”, y que mezcla poesía con dos narrativas breves. En la primera viaja a su niñez y juventud, una bonita época que recuerda con mucho cariño, una época feliz, llena de amor, en la que ha querido plasmar sus vivencias, como reconocimiento a su familia. 

En la segunda, la que cierra el libro, habla de la naturaleza, de plantas medicinales que conoce, y en la que también cuenta la historia de una mujer, Marta, “mi compañera de camino”, que el cáncer se la llevó. Es un pequeño homenaje a ella. El título, Fluyendo, es una referencia a que desde ahora, tras escribir el libro y agradecerle a Marta todo lo vivido, la vida de Blanca puede seguir fluyendo. 

Edición

Ha publicado el libro a través de la editorial Círculo Rojo, con la que se puso en contacto a través de internet. En realidad contactó con más de una, y eligió Círculo rojo, porque se encontró con “una gente sincera, maravillosas, gente con ganas de hacer las cosas bien”. Blanca no pensaba que editar un libro costaría tanto trabajo, pero está muy contenta con el resultado. Señala que el libro se ha publicado tal y como lo escribió, “no han cambiado ni una coma”. 

La foto de portada también es suya. Aunque la editorial tenía su propia política, la autora expresó su deseo de publicar una foto suya, y tras mandar tres fotos, eligieron la que finalmente aparece en la portada, “casualmente era la foto que yo quería”, reconoce. Es el primer libro que publica, y está muy contenta con el resultado. Personas muy allegadas han podido leerlo, y Blanca se ha emocionado con lo que los lectores le han transmitido, “no me imaginaba llegar a la gente como he llegado a través del libro”.