La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Tudela Merche Añón unió este lunes su destino con el de la gerente de la EPEL Tudela Cultura, Amaya Pérez, y calificó de “vergüenza” la petición de “cese” que ha realizado la oposición y los sindicatos y pidió al portavoz del PSN, Ángel Sanz, que “pare en sus críticas y acusaciones” bajo la posibilidad de que las críticas puedan acabar en un juzgado. Añón señaló que “si no para igual tiene que dar explicaciones en otro sitio que no es el pleno. Está atacando su valía y profesionalidad y eso le puede causar mucho daño”. Los votos de Navarra Suma impidieron pedir responsabilidades a la responsable de la Cultura de Tudela, tal y como ya anunció Añón, “ni voy a cesar a la gerente ni voy a dimitir yo. Tudela Cultura funciona de forma eficaz. Esta moción es una vergüenza por el contenido y por quien la presenta que es del PSOE. Es una moción injusta, solo quiere destruir su prestigio, lo hace de forma rastrera y demuestra su obsesión por la gerente. No se va a perpetrar esta injusticia porque tenemos mayoría absoluta”. Su intervención fue aplaudida por sus compañeros de coalición cuando concluyó “si le ataca a ella me ataca a mi”.

La edil de Cultura obvió en todo momento que la petición de dimisión y las críticas por la gestión y la “situación laboral tóxica” que se vive en Cultura no procede solo de la oposición, sino también de los cinco sindicatos del Ayuntamiento (ELA, CCOO, SOLIDARI, UGT y LAB), del 60% de los trabajadoras que han pedido baja laboral (4 de 7), artistas que sienten que “han ninguneado nuestro trabajo y excediéndose en sus funciones con una falta de profesionalidad absoluta y un abuso de poder que demuestra mala gestión y falta de respeto hacia el trabajo colaborativo de la muestra”, o incluso los vecinos de Tudela (como se pudo escuchar en los versos del Paloteado del pasado sábado, donde se criticó duramente la poca calidad de la programación cultural y el clima laboral).

En el pleno estuvieron también presentes los cinco sindicatos que recordaron las diversas sentencias en contra del Ayuntamiento por cuestiones laborales y la “vulneración de derechos” de las trabajadoras y pidieron también a la edil la toma de decisiones ante una situación “que impacta en el trabajo diario del personal y merman la calidad de la cultura en la ciudadanía”.

Los sindicatos llamaron la atención sobre que nadie haya acudido a hablar con ellos sobre los problemas d de personal que calificaron de “graves”. “Venimos a hablar de la situación de los trabajadores para que se solucione. Si no tenemos la posibilidad de hablar, tampoco de solucionar los temas”. Desde los sindicatos señalaron que “si yo estuviera en su puesto me iría preocupado por la situación. Hay que sentarnos a hablar y la última reunión fue el 2 de febrero y estamos en julio”.

LA OPOSICIÓN

Desde I-E, Inés Munuera, recordó que la gestión del tripartito “dejó el listón cultural muy alto” y todas las citas a las que se ha ido retirando apoyo como Des-Adarve, Lo Que Viene o las Jornadas de Espiritualidad, entre otros, al mismo tiempo que recordó que muchas de las actuaciones cuentan con muy poca presencia de público. Munuera defendió a las trabajadoras, “personas a las que les apasiona su trabajo y que se han visto obligadas a poner distancia. Es la responsabilidad política también de quien la eligió. Su trato repercute en otros colectivos e instituciones”. Munuera le preguntó “¿algo de lo que dicen los sindicatos no es verdad?”.

El portavoz de PSN, Ángel Sanz, que presentó la moción, pidió a Añón que escuchara a las trabajadoras y las defendiera como defendía a la gerente (“ellas no le han tenido al lado ni defendiéndolas como hace con la gerente, hablar con ellas tenía que haber sido el primer paso”) y centró buena parte de sus críticas en el hecho de que no ha presentado un Plan Estratégico, algo a lo que obligan los Estatutos de la EPEL. Sanz le recriminó que la acusara de “estar obsesionado con la gerente” y aseguró que no fue ella quien eligió a la gerente. “Las trabajadoras nunca habían tenido estos problemas pero los han tenido con ustedes. Hay algunas que lo están pasando muy mal. Con ustedes la cultura ha sufrido un gran retraso y eso es por su culpa”. Sanz sugirió también cierta irregularidad en la contratación de una de las personas que suplió a las trabajadoras ya que se pidió un curriculum directamente a la Universidad de Zaragoza. Sanz preguntó a Añón si con la amenaza velada de acudir a los juzgados estaba tratando de “limitar mi derecho ala libertad de expresión. En lugar de amenazar ejerza la autocrítica. Es su responsabilidad cesarla por su ineficiente gestión. No hay ninguna campaña de desprestigio”.