Una multitud se concentró este jueves en la Plaza de los Fueros de Elizondo para mostrar su repulsa por las 5 agresiones sexistas ocurridas durante las fiestas de Santiago. La protesta fue convocada por Iñarrosi emakume gazte taldea, que hizo el llamamiento de acudir vestidos de negro, y se desarrolló bajo el lema Etengabe erasotzen gaituzue (Nos atacáis constantemente). 

Además de la concentración, todos los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento de Baztan, el Pueblo de Elizondo y la Comisión de Fiestas de Elizondo aprobaron por unanimidad una declaración institucional en repulsa por las agresiones ocurridas en las fiestas de Elizondo. 

En la misma, señalaron que “la violencia y las agresiones machistas afectan a todas las mujeres, independientemente de su edad, situación socioeconómica o nacionalidad, y aparecen en cualquier momento, incluso en fiestas”. Recalcaron que se basan en relaciones de poder que sitúan a los hombres por encima de las mujeres, y buscan perpetuar que éstas vivan en situación de sumisión frente a los hombres. 

Asimismo, recordaron que la violencia machista se manifiesta de muchas maneras, a veces más evidente pero, la mayoría de las veces, pasa desapercibida. En este sentido subrayaron que es la detección, visibilización, y el rechazo de cada una de ellas es imprescindible y urgente para trabajar plenamente en la prevención de todas las manifestaciones sexistas.

Enumeraron también las diferentes formas de violencia machista: todo comportamiento que menosprecia a las mujeres, amenazas, humillación, insultos, control, prohibiciones y descalificaciones públicas; presentar a las mujeres como objetos en los medios de comunicación y en la publicidad; las agresiones sexuales y la imposición de relaciones sexuales contra la voluntad personal. 

En la declaración quisieron dejar claro que “este es un grave problema de toda la sociedad”, un problema que todavía, hoy por hoy “se mantiene oculto, se justifica y se esconde. Es un problema colectivo, y es responsabilidad de todos y todas hacer frente a la violencia machista”.

Según los grupos firmantes, “la violencia y las agresiones machistas no pueden entenderse como un hecho aislado o excepcional: es una forma de expresión del sistema heteropatriarcal, la expresión o consecuencia más grave”. 

Denunciaron que la violencia machista es un potente recurso para mantener las relaciones de poder entre mujeres y hombres, algo estructural “porque la base de este tipo de violencia es el propio orden social, todo un sistema que la sustenta, promueve, apoya y posibilita”. 

Por ello, como “la violencia machista tiene un origen estructural, las medidas y respuestas para combatirla también deben ser integrales”. En este camino, señalaron que el reto es crear un nuevo sistema de relaciones interpersonales para transformar la organización social actual; junto a ello, proponen que el esfuerzo debe centrarse especialmente en la prevención de la violencia, promoviendo una educación en libertad, que supere las relaciones de poder entre mujeres y hombres que crea el sistema heteropatriarcal. En este sentido, señalan, “la atención a los procesos de socialización de las personas es ineludible”. 

Asimismo, recalcan que “es imprescindible poner en marcha medidas para fomentar el empoderamiento de las mujeres y las redes de protección entre la ciudadanía, para hacer frente a la sensación de soledad y a las situaciones de desamparo”.