Aunque es octubre y no tocaba, el sábado fue un día de fiesta en Lodosa, y no solo para ellos, para los gaiteros del municipio que celebraban su 25º aniversario, sino para todos los vecinos y para los músicos que se acercaron hasta la localidad ribera para vivir y disfrutar de esa jornada con ellos. Superando, con mucho, las expectativas, tal y como explican Alfonso Baigorri y Roberto Baztán, los anfitriones y quienes celebran las bodas de plata musicales (ahora acompañados al tambor por Iker Baztán), “estamos abrumados por tantas muestras de cariño, tanto por parte de los gaiteros y giganteros, como por parte de la gente del pueblo. Fue un día maravilloso, perfecto, mucho mejor de lo esperado”. Y es que, aunque hasta antes del sábado ambos aseguraban que la celebración iba a ser modesta y discreta, lo cierto es que lograron llenar las calles de música, armonía y buen ambiente. 

Los gaiteros y los integrantes de las comparsas de Lodosa y Andosilla posando en la rotonda de la 'Ensartidora'

La jornada arrancó a las 10.30 horas con las dianas que recorrieron buena parte del casco urbano; con una separación de unos cincuenta metros, los músicos de Artajona, Calahorra, Tudela, San Adrián, Puente la Reina, Altsasu, Tafalla, Estella-Lizarra, Barañáin y Ablitas, además de los lodosanos, deleitaron a los ciudadanos hasta las 11.30 horas, que es cuando todos ellos disfrutaron de un almuerzo más que merecido en el Paseo. 

Los gaiteros que participaron en la celebración del aniversario posan tras las dianas

Pasado el mediodía el ambiente ya era inmejorable y es que a la celebración se sumaron las comparsas de Lodosa y Andosilla, municipio en el que también tocan Alfonso, Roberto e Iker. Las diez figuras, acompañadas cada una de ellas por una pareja de gaiteros, salieron de la casa consistorial hacia el restaurante Antonio, lugar en el que los músicos lodosanos honraron a Carmen Elías, una vecina centenaria, con el ‘Cumpleaños feliz’ y un vals. 

Un lucido desfile 

El pasacalles continuó por toda la carretera hasta la rotonda de la ‘Ensartidora’, espacio en el que todos tocaron y bailaron al unísono para, acto seguido, dirigirse poco a poco hacia el Paseo. Sin embargo, aún hubo una parada más y en ella los giganteros txikis de Lodosa deleitaron a todos los allí presentes con un baile ensayado, coreografiado y medido al milímetro.

La comitiva, pasadas las 14.00 horas, llegó por fin a una abarrotada plaza y allí, apuntan Baigorri y Baztán, “vivimos un momento muy, muy emocionante”. Y es que la pareja de Lodosa, que era la que cerraba el desfile, fue recibida entre sonoros aplausos y vítores. Además, el resto de músicos que participó en la jornada hizo un amplio pasillo con las gaitas en alto, algo que, insisten, “tardaremos en olvidar”.

"La llegada al Paseo fue muy emocionante y es algo que tardaremos mucho tiempo en olvidar"

Alfonso Baigorri y Roberto Baztán - Gaiteros de Lodosa

La despedida, como no podía ser de otra forma, fue en forma de canción; un par de temas con los que los gigantes dijeron adiós, y una canción, en concreto ‘Ánimo pues’, que es la que tocan los gaiteros el 6 de julio en la plaza consistorial de Pamplona; esta vez la interpretaron subidos al kiosko. El feedback, apunta Roberto, “fue recíproco, hubo muchos abrazos sinceros y muy emocionantes. Con todos los que acudieron hay una relación muy especial. Eso sí, tenemos que decir que echamos de menos a los compañeros que por un motivo u otro no pudieron venir”.

Los participantes, cerca de medio centenar, comieron en un restaurante de la localidad y allí, entre canción y canción, obsequiaron a los músicos lodosanos con dos cuadros: con una fotografía y con un dibujo con sus caricaturas. 

Los músicos de las diferentes localidades, tocando en el kiosko. Maria San Gil

Fin de temporada 

Ahora, y todavía saboreando lo vivido durante la jornada del sábado, alegan que todavía no han hablado sobre si en el 30º aniversario planearán algo similar pero, en el caso de Alfonso, asegura que “creo que sí que estaría bien organizar alguna quedada o encuentro de gaiteros más a menudo”. De hecho, y aunque aún les queda una actuación de aquí a final de año que será la del Olentzero, lo cierto es que ya van cerrando esta temporada que tildan “de diez”. Y es que, recalcan, “ha sido un placer y un gusto volver a la calle después de dos años; todos teníamos la necesidad de volver a juntarnos y de disfrutar. La música es una parte muy importante de la fiesta y al fin y al cabo, la fiesta es sinónimo de alegría”.