Dos rodaballos gigantes para alimentar hasta cinco raciones cada uno. Son algunos de los espectaculares pescados que se ofrecen en la carta del asador restaurante Martintxo de Cizur Menor. "Nos encanta la carne, los pescados a la brasa, las verduras de temporada... y el marisco. Son más de cuarenta años cuidando nuestra relación con puertos, armadores, pescadores y lonjas para poder traer los mejores productos directamente del mar a la mesa", aseguran desde el local en sus redes sociales. "Tenemos gallo, virrey, besugo, lubina, rape, merluza, lenguado y todo tipo de marisco. Pescado de alta mar que llega de Galicia o de Tarifa", señalan quienes destacan que este puente ha comenzado con ganas. "Tenemos muchas reservas", admiten.

El rodaballo está clasificado como uno de los mejores y más sabrosos pescados del mar. La piel, dura y sin escamas visibles, está erizada de pequeños tubérculos óseos. La mayor parte de los rodaballos miden entre 40 o 50 cm y pesan de 2 a 4 kg, pero algunos, que no por eso son menos delicados, llegan a los 90 cm y a los 20 kg.

El rodaballo (conocido también como turbot en Francia, rémol o rémol de petxinas en Cataluña, clavudi o xuela en Asturias, rombo, corujo o sollo en Castilla, coruxo o escamado en Galicia o arrebollo en el País Vasco), es un pez plano que vive en los pozos arenosos y pedregosos del Atlántico y del Mediterráneo.

El cuerpo en forma de rombo, más ancho que largo, con aletas redondeadas, ha dado origen a una besuguera especial, la “turbotera“. El peso de comercialización del rodaballo suele oscilar entre los 450- 500 gr. a los 4000 gr., si es vendido para restauración.