El Instituto de Salud Pública de Navarra recomienda la creación de un Coordinador de Cultura, mejorar la comunicación, acabar con la desvalorización, mejor organización del trabajo y el traslado de un trabajador como algunas de las soluciones para terminar con los problemas de bajas laborales en la EPEL Tudela Cultura.

Así se señala en un informe que este organismo emitió el pasado 3 de octubre sobre la situación que están viviendo las trabajadoras y trabajadores de Tudela Cultura tras comprobar su “exposición a riesgos psicosociales en el trabajo”. Dicho informe se redacta ante el conflicto existente con varias trabajadoras que han tenido que pedir la baja por la situación que estaban viviendo en la concejalía de Cultura, creando un problema para cubrir esos puestos lo que hizo que el Consistorio contratara por su cuenta a una persona pidiendo curriculums a la Universidad de Zaragoza. Este contrato fue rechazado por el TAN al considerar que el equipo de gobierno de Navarra Suma lo había hecho “de forma irregular”.

El informe constata cómo en el mes de mayo se llevó a cabo una reunión entre las partes implicadas promovida por el propio ISPLN, donde estuvieron presentes la concejala de Cultura, Merche Añón, la gerente, además de representantes de los sindicatos. Al mismo tiempo desde el propio Instituto se mantuvieron también entrevistas con las trabajadoras afectadas.

En el informe se señala que tras dar esos pasos “se permaneció a la espera de si la entidad” ponía en marcha alguna de las propuestas planteadas por el servicio de prevención “tras dar por concluida la intervención de mediación”. Sin embargo esta entidad constató que tras el seguimiento realizado del problema no se había llevado a cabo “ninguna actuación preventiva psicosocial por parte de la EPEL Tudela Cultura” y dado que el Instituto de Salud Pública cree que ha pasado ya el tiempo suficiente decide redactar el informe.

Hay que recordar que Tudela Cultura fue sancionada con el pago de una multa de 1.000 euros por Inspección Provincial de Trabajo porque consideró que se ha cometido una “infracción grave” en materia de “relaciones laborales” por haber transgredido las jornadas laborales legales de dos trabajadoras de la EPEL Tudela Cultura.

En dicho documento constata los problemas de las afectadas para la conciliación de la vida familiar con la laboral debido a la “comunicación sin suficiente antelación de las tareas a desarrollar durante los fines de semana”. Como solución a la problemática, el ISPLN aconseja la comunicación a los trabajadores y trabajadoras de “todos los eventos a los que asistir con una antelación de entre 1 y 3 meses”, o incluso antes, al tiempo que insta a “eliminar” o “minimizar” “la asistencia al trabajo fuera del horario habitual de trabajo”. Asimismo también constataba que existen “desacuerdos frecuentes” con la dirección-gerencia sobre las “tareas a realizar o el grado de detalle o minuciosidad con el que debe realizarse o sobre el grado de responsabilidad que se debe asumir en cada puesto de trabajo y la autonomía en las decisiones”.

Uno de los problemas que se plasman en el informe y que más llama la atención es un “grave problema de comunicación” entre los trabajadores y trabajadoras y gerencia, produciéndose en ocasiones “críticas y desvalorización del trabajo realizado”, por lo que el Instituto de Salud Pública propone al Consistorio la creación de la figura del Coordinador de Cultura “que puede ser un buen nexo de unión entre dirección y plantilla por su rol de mando intermedio”.

Asimismo evidencia que en el puesto de oficial administrativo se le han encargado un “elevado número de tareas” durante varios meses que requiere un nivel de exigencia y conocimiento que puede conllevar “un riesgo elevado de exigencias psicológicas” por lo que recomiendan el traslado de este puesto de trabajo a otro lugar del Ayuntamiento hasta que se reduzca ese “nivel de riesgo”, revisando la carga de trabajo.

Por último se hace referencia a un servicio de mediación que fue requerido por el Ayuntamiento de Tudela pero que finalmente fue desechado ya que el citado informe señalaba que “no entra en nuestras posibilidades” realizar tal proceso de mediación ya que existe un “conflicto estratégico y de poder desplazado” y concluyen que su intervención “no está enfocada a procesos sindicales, ni políticos”, en base a las notas de prensa y noticias que salen al respecto. Una posición que queda en entredicho tras la constatación realizada por el ISPLN.