Las siete villas del Valle de Roncal y el valle de Zuberoa forman ya una familia con una casa común desde que se declararan formalmente hermanados el sábado en Maule en un acto rubricado por representantes de ambos lados de los Pirineos. La jornada pospuesta por las nieves de enero se vivió con emoción, entre abrazos y emotivos bertsos, en base a un programa que contemplaba la recepción, ceremonia de la carta de hermanamiento, comida y visita a una empresa de alpargatas.

Louis Labadot y Eneko Eguiguren en el acto.

Louis Labadot y Eneko Eguiguren en el acto. Marian Zozaya Elduayen

El alcalde Louis Labadot y el presidente Eneko Eguiguren representaron respectivamente a la Comuna de Mauleón-Licharre y a la Junta del Valle de Roncal y encabezaron el acto en el que tomaron parte: Félix Galetx (Urzainqui), Carlos Anaut (Isaba), Elena Calvo y Ainhoa Elizalde (Burgui) y Ienego Marco (Garde) y Pedro Hualde (Vidángoz) representantes de los pueblos roncaleses.

El Valle del Roncal y Maule tienen un fuerte vínculo debido principalmente a Las Golondrinas, jóvenes navarras y aragonesas que atravesaban a pie las montañas para trabajar en las fábricas de alpargatas. Lo hicieron durante 40 años (entre 1890 y 1930). La Guerra Civil trazó otro lazo entre ambos: personas refugiadas, exiliadas, los maquis (1936-1970). También su lengua, el uskara.

Estos hechos históricos hacen que todavía haya familias en Roncal y en Zuberoa conscientes de la memoria del pasado y por ello sientan la necesidad de poner en valor las relaciones personales entre sus respectivas poblaciones, relaciones de amistad y de cooperación. De este convencimiento surge el acuerdo base por el que ambas partes se comprometen a: implementar acciones conjuntas con el objetivo de: crear intercambios transfronterizos sostenibles, abrir y desarrollar las zonas rurales en cuestión, impulsar una economía de intercambio, desarrollar conjuntamente proyectos comunes, darles un papel principal y un lugar real a sus territorios, y posibilitar la transmisión del patrimonio y la memoria colectiva. Asimismo, las dos partes se comprometen a implementar reuniones periódicas en Mauléon o en el Valle de Roncal, con el fin de definir el procedimiento de desarrollo de las acciones y garantizar el seguimiento de los proyectos. Con este fin, los dos socios acordaron esforzarse para constituir un Comité de Hermanamiento para la implementación de sus acciones.

8 documentos y 7 tallas

Las relaciones fraternales quedaron reflejadas en 8 documentos en euskera, castellano y francés, con los acuerdos, que tienen carácter indefinido.

Los anfitriones hicieron entrega a cada pueblo de una talla en madera con la inscripción: En homenaje a todas esas valientes mujeres/Emazte bioztun guziuen guarpenez, en uskara roncalés. Son similares a la colocada en la plaza de Burgui el año pasado en el acto de hermanamiento de esta villa con Maule. Entonces, el alcalde Louis Labadot ya manifestó su deseo de que la relación fraternal se estableciera con todo el Valle de Roncal, por voluntad y en el marco del programa Europeo, Ciudadanos de Europa.

“De esta unión entre nosotros han de nacer proyectos, intercambios y colaboraciones fructíferas que sellarán de forma duradera la vida de nuestras ciudades, pueblos y la de sus habitantes”, expresó el alcalde de la capital souletina.

Por su parte, Eneko Eguiguren recalcó que era un día histórico por la unión por vez primera de los 7 pueblos y la Comuna de Mauleón. “Histórico, sí, pero no nuevo. Siempre hemos estado unidos por la historia y la vida, por Las Golondrinas, los represaliados y el uskara, a pesar de las fronteras”. Hermanos y hermanas hoy se unen y refuerzan.