La consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, Itziar Gómez, ha visitado este martes, Día Mundial de los Bosques, la plantación de castaño de Aritzakun en el Valle de Baztan, que, con más de 40 años, está posibilitando la recuperación del castaño en Navarra, una especie "emblemática diezmada por las enfermedades".

Según han informado desde el Ejecutivo foral, la consejera ha acudido acompañada por el director del Servicio Forestal y Cinegético, Fermín Olabe.

La plantación de Aritzakun data de 1983-84 y cuenta con 12.000 ejemplares adultos llegando algunos a los 57 cm de diámetro y 33 m de alto a los 33 años. Desde Medio Ambiente se han genotipado (identificación correcta del material genético de base) y clonado 6 ejemplares "con las características más adecuadas", así como una planta procedente de semilla recogida de entre los árboles sobresalientes de Aritzakun.

Asimismo, se ha establecido una red de parcelas de ensayo ejecutando 7 repoblaciones con castaños resistentes a las enfermedades en Baztan, Leitza y Luzaide / Valcarlos (2023), Arantza y Bera (2022), Lesaka (2021) e Ituren (2020).

Mediante el seguimiento de las parcelas, "con las prácticas culturales adecuadas y las mediciones periódicas correspondientes", se obtendrán resultados que, se espera, "permitirán recuperar en Navarra el papel de castaño como productor de madera de calidad".

Gómez ha subrayado el "gran valor de la plantación para la gestión forestal sostenible, el fomento la economía local y la preservación de la biodiversidad", y ha destacado que "la utilización de una especie originaria de nuestros bosques contribuirá a mejorar la biodiversidad de nuestros ecosistemas forestales".

"Pero no sólo se está trabajando en la recuperación del castaño con dichos objetivos, sino también en la puesta en valor de las variedades de castaño existentes en Navarra desde una perspectiva de obtención de castañas, producto altamente demandado", ha indicado.

Por su parte, Fermín Olabe ha añadido que "la madera de castaño ha sido tradicionalmente muy utilizada como material principalmente en la zona noroccidental de Navarra". "Por sus características es una madera muy apreciada y la recuperación de esta especie facilitará de nuevo su uso", ha dicho.  

MÁS DE CUATRO DÉCADAS DE RECUPERACIÓN

El trabajo de recuperación del castaño se inició hace más de 40 años promovido por el Gobierno de Navarra y liderado por el ingeniero de Montes Fernando Puertas, ya fallecido, de quien la consejera ha tenido palabras de agradecimiento por "la iniciativa y empeño mostrados para restaurar esta especie en la Comunidad foral", reconocimiento que ha hecho extensivo al resto del personal técnico de Medio Ambiente.

El trabajo, realizado en colaboración con el Ayuntamiento de Baztan, consistió en la plantación en Aritzakun de una colección completa de clones resultantes de los programas de investigación de resistencias a la tinta, mediante la hibridación entre el castaño autóctono (Castanea Sativa) y el castaño japonés (Castanea Crenata) y el castaño chino (Castanea Mollissima).

Estas hibridaciones son el resultado de las investigaciones iniciadas a principios del siglo XX en Galicia para hacer frente a las enfermedades y que culminan con la incorporación de 177 clones al Centro de Investigaciones Ambientales de Lourizán.

La parcela de ensayo de la Regata de Aritzakun (Baztan) cuenta con una copia completa de la colección de los 177 clones, con varias repeticiones de cada clon, hasta alcanzar las 12.000 plantas aproximadamente.

El hecho de contar con la colección completa de clones "hace que sea una parcela de ensayo única y de gran interés y el mérito de su establecimiento es atribuible al personal técnico del entonces Servicio de Montes del Gobierno de Navarra", así como el hecho de "haber trabajado en el seguimiento que ha permitido que la masa de esta parcela llegue a una edad adulta a pesar de no disponer de la información de origen".

De forma paralela, entre los años 2020-2022 se procedió a la localización e identificación de las variedades tradicionales de la castaña a través de entrevistas con gente mayor conocedora de la castañicultura en todas las zonas de distribución natural del castaño en Navarra, desde Leitza hasta Valcarlos, y desde Bera hasta Genevilla.

En total, se genotiparon 265 árboles hasta 2021, y actualmente se están analizando otras 277 muestras recogidas en 2022 con el fin de recuperar los árboles para el aprovechamiento del fruto en Navarra ya que se cuenta con la especie y los terrenos "idóneos" para ello.

A expensas de recibir los resultados definitivos del genotipado de las muestras recogidas en 2022, los resultados preliminares hasta 2021 ofrecen la existencia de 17 variedades locales de castaña, algunas de las cuales tienen presencia en toda el área de distribución del castaño, mientras que otras se encuentran en un único municipio.

Una vez se disponga de los resultados definitivos, y a través de un convenio firmado entre el departamento y la Universidad Pública de Navarra (UPNA), se procederá a la caracterización morfológica de todas las variedades locales resultantes.

Si bien en los cultivares tradicionales se injertaban variedades de castaño europeo (CastaneaSativa) sobre portainjertos bravos de la misma especie, "hoy en día el papel de los híbridos en este campo es también fundamental ya que allí donde la tinta arrasó con el castaño autóctono, las nuevas implantaciones pasan por el empleo de patrones híbridos injertados con púas de variedades tradicionales de interés".

El Gobierno de Navarra ha instalado en Elizondo- Baztan y en Oskotz-Imotz, dos parcelas con castaños híbridos resistentes a la tinta a marco definitivo de 10x10m, para que funcionen como portainjertos de las variedades tradicionales que resulten "de interés", cuyo material vegetal se extraerá del monte en forma de púas, y se injertarán sobre estos patrones híbridos.

Estas dos parcelas constituirán sendos huertos varietales para poder así continuar con los estudios de caracterización y valorización del material tradicional autóctono.

Además, se ha instalado en el antiguo vivero del Palacio de Bertiz una parcela, también con patrones híbridos resistentes a la tinta, a fin de que funcionen como porta-injertos de toda la colección de variedades locales, y constituya el banco de germoplasma de la especie.