En agosto está previsto que concluya la transformación de la carretera NA-128 que une Caparroso, Rada y Mélida, un proyecto que cuenta con un presupuesto de 12 millones de euros, considerado la segunda inversión más relevante en materia de infraestructura viaria de los últimos años.

Así lo ha destacado el Gobierno Foral con motivo de la visita que la presidenta de Navarra, María Chivite, junto con el consejero de Cohesión Territorial y autoridades locales, entre otros, ha realizado a las obras que superan ya el 65 % de ejecución de los movimientos de tierra.

Allí ha subrayado la importancia de esta actuación para mejorar las comunicaciones de la Zona Media de Navarra y contribuir a su desarrollo económico y social, informa el Gobierno Foral.

"Esta obra, demandada desde hace más de una década por los municipios implicados, supondrá un revulsivo para el Valle del Aragón, ya que además de facilitar la comunicación entre las diferentes localidades y las zonas industriales de Caparroso y Mélida, también supondrá un importante avance en la circulación de los vehículos agrícolas que operan en esta zona", ha indicado.

Esta vía, que carecía de arcenes y disponía únicamente de una calzada de 6 metros con escasa visibilidad por los cambios de rasante, canaliza diariamente el tránsito de más de 2.000 vehículos, de los que un 7 % se corresponde con tráfico pesado. Además, confluye un elevado número de vehículos agrícolas ya que la carretera transita por una importante zona de cultivo.

Las obras se iniciaron en agosto de 2022 y han conllevado el corte de todo el tramo afectado por obras, por lo que se han habilitado desvíos en las carreteras aledañas.

Los trabajos abarcan un tramo total de 8,3 kilómetros, desde la salida de Caparroso en el kilómetro 14 hasta la intersección con el polígono de Mélida, en torno al punto kilométrico 21+300.

La transformación de la carretera NA-128, según subrayan, permitirá mejorar las comunicaciones de las localidades del Valle del río Aragón, como Rada, Carcastillo, Murillo el Fruto, Santacara, Figarol o el Monasterio de la Oliva, que contarán así con una mejor conexión con la N-121, que vertebra la circulación de norte a sur de la Comunidad Foral.

Las obras conllevan además la renovación de las intersecciones de acceso al polígono industrial de Mélida y la conexión con la carretera NA-5510 que da acceso a Rada.