De vuelta en el instituto de Estella-Lizarra “todo parecía distinto”. Esa es la sensación de las 11 alumnas y los 4 profesores del IES Tierra Estella que no olvidarán su viaje a los campamentos de personas refugiadas saharauis. Un viaje que les llevó hasta la wilaya de El Aaiún y moverse por sus cuatro barrios (dairas) con el objetivo de entregar directamente toda la ayuda que durante meses fueron recogiendo. Un total de 3.000 euros, junto con unos mil kilos de productos alimenticios, ropa, calzado y utensilios de todos tipo “incluso llevamos tres ordenadores”, aseguró el profesor Íñigo Morales.

El grupo del IES Tierra Estella en el desierto.

Y es que este viaje las ha cambiado: “el primer día en casa de nuevo cuando fue a abrir el armario para ir a la casa de mis abuelos a contarles mi experiencia, me sentí mal por todas las cosas que tenemos”. De golpe, fue extraño recuperar la comodidad de un mundo privilegiado donde es normal dormir en una cama, tener acceso a una nevera, encender la luz, abrir el grifo para beber o poder ducharte “cuando te dé la gana”. “Hemos visto y vivido cómo todo eso es impensable en estos campamentos donde prima la solidaridad y donde viven de la ayuda humanitaria en un estado de guerra que tienen muy interiorizado”, aseguró Paula Fernández.

Otro de los contrastes que más les llamó la atención fue el papel de la mujer que es muy importante “a las casas donde íbamos a llevar la ayuda se les conocía, no por el número si no por el nombre de la mujer”.

Un viaje de 11 días en el que pudieron vivir de primera mano la vida dentro de un campamento. Una experiencia que se fue nutriendo con la visitas al hospital, las guarderías, el instituto, las biblioteca, la escuela de cine , el parlamento o al desierto.

15 experiencias

Esta expedición solidaria estuvo compuesta por Naroa Goñi, Ane Okariz, Paula Fernández, Jare Franco, Aitana López, Nahikaria Unanua, Artea Vergara, Nahia de la Hoz, Paula Echegaray, Luzia Echeverria y June Marquínez. Además de sus profesores Emilia Velaz, Íñigo Morales, Iranzu Ardaiz y Leyre Esparza.

Con todo, este bagaje ha dejado huellas, además de profundas , coincidentes. Paula Fernández explicó su experiencia como un cambio positivo y un aprendizaje enorme: “voy a seguir ayudándoles el resto de mi vida”. Para Luzía Echeverría este viaje ha supuesto “todo un descubrimiento que debemos dar a conocer. Sensibilizar a la gente para que sepa lo que está sufriendo el pueblo saharaui”. Para Paula Echegaray el viaje fue “una experiencia única e inolvidable, yo voy a ayudarles a partir de ahora siempre que pueda y espero convencer de esta necesidad a mi familia y entorno para conseguir cosas que puedan llevarles en los siguientes viajes que se organicen”. Para Aitana López en la estancia en el campamento aprendió muchas cosas que desconocía y hoy tiene la sensación de que “una parte de nosotras se ha quedado allá con nuestras familias de acogida y animo desde aquí a que la gente se conciencie de que tenemos que ayudar todo lo que podamos a estos refugiados”. Y es que ninguna de las 11 estudiantes de Tierra Estella podía imaginar la experiencia que les aguardaba tras ser elegidas por un trabajo sobre el Sahara que entregaron en clase. “Ese fue el modo para elegir a los estudiantes que iban a viajar que en este caso han sido todas chicas” aseguró Iranzu Ardaiz Mañeru, esta profesora que todavía se mostraba emocionada por las experiencias “increíbles” vividas; “tanto como aprendizaje como a nivel personal. Para mi el mayor descubrimiento de este viaje ha sido el de la riqueza humana de los y las saharauis, cómo es la gente a pesar de las dificultades que tienen; cómo nos recibieron y cómo se ofrecían a compartir con nosotras todo lo que tenían. De esa manera conseguían que nos sintiéramos como parte de la familia, que para ellos es un valor muy importante. Eso me ha hecho reflexionar y creo que también cambiar como persona”, finalizó Iranzu mientras coordinaba la clase del IES Tierra Estella, en la que las 11 alumnas clasificaban la información de todo el material que habían traído de su viaje para” enseñárselo a todo el mundo”.