Ugaitz Martínez Remón, joven vecino de Aibar, cuenta en su curriculum con un doble grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y Magisterio (educación primaria) que ha desarrollado durante cinco años en Universidad Pontificia de Madrid, su vocación principal, la de profesor, su pasión por el deporte y su atracción por la naturaleza le han llevado a pensar en proyectos relacionados con estas inclinaciones, fundamentalmente en el ejercicio de la práctica deportiva relacionada con la naturaleza. “Nada te distrae cuando haces deporte en el medio natural; estás tú con tu mundo y el entorno. Es una sensación muy grande” explica. 

Por estas razones puso el foco en el parque de Artamendia de Aibar, y con 24 años se ha lanzado solo al emprendimiento rural como autónomo. Está al frente del mismo desde mayo, una vez que firmó la concesión del Ayuntamiento. “Poder vivir y trabajar en Aibar, donde tengo familia y amigos, es una apuesta decidida y clara desde antes de finalizar el máster de Secundaria en junio. De hecho, la idea era compaginar trabajo y estudios desde Semana Santa, que es la fecha habitual de apertura, pero los trámites se demoraron. Lo primero que le ha tocado organizar han sido las excursiones escolares de junio, tarea que ha compaginado con su Trabajo de Fin de Máster (TFM). Tiene las competencias en gestión deportiva, adquiridas en la carrera, entre las que se incluye la actividad de arborismo de parques como Artamendia.

El parque de Aibar, ubicado en un extraordinario paraje de robles centenarios, se inauguró en 2011 como una apuesta del Ayuntamiento para completar la oferta turística y deportiva existente en la localidad, Fue el primero de la Zona Media y el 5º de Navarra. Desde entonces ha tenido varias gestiones y la que ofrece hoy Ugaitz trata de ajustarse más a la actualidad y amplía la oferta.

Novedades

Artamendía cuenta con dos cicuitos y una tirolina. Sus precios son: Iniciación (9 euros) y Aventura(13euros). Un acuerdo con el Ayuntamiento le permite ampliar esta oferta con un combinado a buen precio de parque y piscinas municipales. De este modo pasa a: Iniciación +piscinas (12 euros) y Aventura+piscinas (17 euros). Los grupos de más de 25 personas tienen precio especial (7 euros Iniciación y 9 euros Aventura). La visita al parque es previa reserva (mínimo 3 personas) y con un tiempo determinado, ya que no siempre está abierto. Sus fechas incluyen desde Semana Santa hasta octubre, salvo los días 6 y 7 de julio y 15, 16, 19 y 20 de agosto, que permanecerá cerrado. Tiene cabida un público desde los 3 años en adelante y es una actividad autónoma. Solo se exige 1,40 de altura para el circuito Aventura. Los contactos son en el teléfono 648294862; Internet, info@parque artamendia.com y se puede ampliar la información en parque artamendia.com.

El joven emprendedor Ugaitz Martínez

El joven emprendedor Ugaitz Martínez Marian Zozaya

El paquete de verano, Artamendia, piscina, villa medieval de calles estrechas y empinadas a tan solo 3km del parque de aventura permite sacarle más partido al día. “Me propongo que la gente llegue al pueblo y lo visite; exprimir el día. Una vez que se ha cogido el coche para venir, merece la pena”, opina. Su iniciativa permite además, mostrar otros atractivos del entorno, ya que el robledal tiene a 1km el Pozo de la Hiedras y cerca, la nevera de la Bizkaia en la ruta circular, de Aibar hacia el Pozo del Toro.

Ilusión

Desde que estaba estudiando, este era un proyecto que me ilusionaba”, expresa el joven. Añade que Artamendia es para él “ la combinación perfecta” para decantarse por el emprendimiento. “He visto en mi pueblo la oportunidad de gestionar y me permite compaginarla con el profesorado sin estancarme”, confiesa.

Ugaitz no pasa por alto el sacrificio que conlleva su reto. “A mi edad, cuesta sumergirse en este mundo laboral de trabajo de fines de semana y festivos laborables, teniendo en cuenta que cerca están empresas como Papelera o Viscofán, con sus calendario y turnos.

 Sin embargo, este trabajo por cuenta propia tiene otras satisfacciones para él. La lista no es corta: gestionar y vivir en Aibar de sus conocimientos y aficiones; disfrutar de ser facilitador de los nutrientes del ejercicio en el medio natural en una actividad de altura que requiere concentración y disposición física. Sentir el reto del público ante los puntos débiles y el pensamiento que requiere cada puente entre árboles, y cómo se liberan las tensiones acumuladas en la tirolina. En las sesión, Ugaitz se mueve de roble en roble con destreza. Sus manos juegan a abrir y cerrar los mosquetones. Artamendia es también para él un reto.